jueves 13 de febrero, 2025
  • 8 am

Continuidad o cambio, esa es la cuestión

Cecilia Eguiluz
Por

Cecilia Eguiluz

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Por Cecilia Eguiluz
“Ser o no ser, esa es la cuestión”, una frase shakesperiana inmortal del príncipe Hamlet, plantea una disyuntiva existencial entre vivir o morir, estar o no estar. Con el tiempo, esta expresión ha sido utilizada para ilustrar decisiones trascendentales en distintos ámbitos. Hoy, me tomo la licencia de adaptarla a la realidad de nuestro departamento de Salto, donde la elección que enfrentamos podría resumirse en: “continuidad o cambio, esa es la cuestión”.
Desde 2015, cuando el departamento quedó en manos del Frente Amplio bajo la conducción del Dr. Lima y sus socios, hemos sido testigos silenciosos de un proceso de deterioro que va más allá de la infraestructura. Se trata de un deterioro profundo, incluso cultural. Hemos aceptado, casi sin resistencia, la desaparición de las comisiones vecinales, el cierre de museos, la cancelación de bienales de arte y festividades tradicionales, la pérdida de iniciativas culturales, patrimoniales y artísticas. También hemos visto cómo los centros termales dejaron de operar los miércoles, el Hotel Municipal de Termas del Arapey cerró sus puertas y los jardines flotantes fueron clausurados.
Hemos presenciado la transformación del servicio de recolección de residuos, pasando a ser más ineficiente, mientras el barrido ha desaparecido. Numerosos espacios públicos se han deteriorado y la ciudad luce más oscura y sucia. Nos hemos habituado a la falta de planificación, a la improvisación y al descuido. La decadencia se ha normalizado hasta el punto de que Salto, antaño un orgullo regional, hoy se asemeja más a la desidia de Montevideo que a otros departamentos que, a pesar de ser más pequeños, preservan con esmero su patrimonio y cultura.
Por ello, la decisión en las elecciones departamentales de mayo no es una simple elección, ya no se trata de una elección nacional que, aunque importante, se siente alejada de nuestro día a día. Se trata de una elección sobre quiénes gestionarán el futuro de Salto. El bloque frenteamplista, con sus tres candidatos, representa la continuidad de casi una década de desidia. En cambio, la coalición republicana encarna la renovación, el cambio y la posibilidad de un nuevo rumbo para nuestro departamento.
Esa es, en definitiva, la cuestión.