sábado 24 de mayo, 2025
  • 8 am

El precio firme del ganado cambia la estrategia de los corrales y redefine el mercado

Un mercado ganadero dinámico, con precios en alza sostenida y un renovado protagonismo de los animales terminados a campo, marca el pulso del negocio cárnico en Uruguay esta semana. José Aicardi, director de Megaagro, señaló que el escenario actual, caracterizado por una firmeza creciente en los valores del ganado gordo, modifica de forma significativa las decisiones de los productores y plantea nuevos desafíos para los sistemas de encierro a corral, que enfrentan mayores dificultades para captar hacienda a precios competitivos. En un contexto donde la oferta es ajustada, las plantas frigoríficas han acortado sus entradas a un promedio de siete días, mientras los precios del novillo especial superan los US$ 4,80 por kilo carcasa, lo que impone un nuevo piso al mercado.
Desde mediados de febrero, los precios del gordo acumulan 14 semanas consecutivas de subas, registrando un incremento del 13,7% en dólares, según los datos de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG). Este comportamiento ascendente responde a una combinación de factores, entre ellos la buena disponibilidad forrajera debido a un otoño climáticamente favorable, que ha permitido a los productores mantener animales en el campo a la espera de mejores precios. A ello se suma la finalización de la ventana de la cuota 481, que dinamizó la faena en semanas previas pero ahora deja como reto sostener el ritmo de actividad con oferta de animales terminados en pasturas.
Los valores del novillo especial pesado se sitúan entre US$ 4,70 y US$ 4,80 por kilo carcasa, con operaciones puntuales que superan esa referencia. Aicardi destaca que incluso los novillos terminados a campo muestran una calidad tan alta que prácticamente no se diferencian de los de pradera. Esta situación dificulta la tarea de los corrales, que deberán ofrecer incentivos adicionales si quieren atraer ganado, en particular novillos fuera de cuota, que actualmente cotizan a US$ 2,50 por kilo en pie, mientras que los de cuota alcanzan los US$ 2,65-2,70.
El comportamiento del mercado también se refleja en las vacas y vaquillonas. Para las mejores vacas, los valores se ubican entre US$ 4,40 y US$ 4,50 por kilo carcasa, aunque hay negocios con animales de calidad intermedia —las denominadas “media campana”— que se concretan en el eje de los US$ 4,30-4,35. Por su parte, la vaquillona, especialmente solicitada para el abasto, se comercializa entre US$ 4,50 y US$ 4,60. Facundo Schauricht, de Zambrano y Cía., señaló que ante estos precios “no se especula”, debido a la baja disponibilidad de oferta en esta categoría.
En el segmento de la reposición, también se observan movimientos importantes. Los terneros enteros pesados mantienen buena presencia en el mercado, especialmente aquellos provenientes de sistemas que apostaron a la exportación en pie. No obstante, los terneros livianos y de peso medio son escasos, y sus precios oscilan entre US$ 2,60 y US$ 2,80 por kilo, dependiendo del peso, con referencias al bulto entre US$ 500 y US$ 550. Ante esta realidad, muchos invernadores están optando por adquirir terneras livianas —en torno a los US$ 400 por cabeza—, sobre todo si son de razas definidas como Angus y Hereford, que obtienen un diferencial de precio.
Aicardi advierte también sobre un vacío en la oferta de novillos de entre 250 y 300 kg, que cuando aparecen, en general son de calidad inferior. Los animales de entre 2 y 3 años se están derivando directamente a corrales, dado que los invernadores tradicionales no están compitiendo por esa franja. Esto se debe a una progresiva retracción del invernador, cuya estrategia se está volcando cada vez más hacia la cría.
En cuanto a las vacas de invernada, los precios varían entre US$ 1,85 y US$ 1,95 por kilo en pie, dependiendo de la calidad, el peso y el volumen del lote. Por su parte, los vientres preñados muestran una demanda activa, particularmente los de genética definida y procedencia de estancia, que pueden recibir hasta US$ 100 de premio frente a los vientres cruzas. “Hoy hasta el invernador está comprando una vaca preñada”, resumió Aicardi, ilustrando el cambio en las estrategias productivas.
En los rubros ovinos, la oferta es estacionalmente baja hasta que comiencen las esquilas, pero los precios se mantienen firmes, con cotizaciones de US$ 4,30 para los corderos y US$ 3,55 para las ovejas. A pesar de los conflictos laborales en tres plantas del grupo Minerva, los productores no manifiestan preocupación inmediata, respaldados por la disponibilidad de pasturas que permite cierta flexibilidad en las cargas.