Por Melisa Ferradini.
En el marco de una semana marcada por fechas de profunda sensibilidad —el 18 de noviembre fue el Día Internacional para la Prevención de la Explotación y el Abuso Sexual Infantil; el 19, Día Mundial contra el Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes; el 20, Día de las Infancias y Adolescencias; y el 25, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia hacia la Mujer- la Dra. Luisa Bernasconi, presidente de la Asociación Civil Familia Grande, en entrevista con CAMBIO compartió la intensa actividad desarrollada en Salto y, sobre todo, el trabajo que lleva adelante esta organización que nació para responder a un vacío crítico: la falta de contención inmediata y especializada para niños víctimas de abuso sexual y para sus familias.
ASOCIACION CIVIL: FAMILIA GRANDE
Familia Grande comenzó a gestarse hace tres años, a partir de casos cercanos que expusieron la inoperancia de los sistemas jurídico, policial y sanitario, y la lentitud con la que avanzaban las denuncias. “Los niños iban de oficina en oficina contando una y otra vez lo que les había pasado. Era desesperante”, relató Bernasconi. Ese impacto la llevó a estudiar modelos internacionales de abordaje y así encontró el Modelo Barnahus, un sistema europeo que integra en un solo lugar la atención psicológica, la asistencia social y la declaración judicial de las víctimas, evitando su re victimización. “Parecía una utopía pensar que algo así llegara a Uruguay, y sin embargo hoy estamos más cerca: el creador del modelo estuvo en el país invitado por nuestras autoridades”, relató.
El 22 de julio de este año, la Asociación obtuvo finalmente su personería jurídica, lo que permite avanzar en convenios y en la conformación de un equipo técnico interdisciplinario. El objetivo es claro: atender en forma inmediata las denuncias de abuso sexual infantil, brindar apoyo psicológico y acompañamiento legal, y asistir a las familias durante todo el proceso. “Hoy no existe contención psicológica estatal para las víctimas. La atención demora semanas o meses. Y mientras tanto, el niño sigue sufriendo”, señaló Bernasconi.
DIFERENTES ACTIVIDADES
La semana pasada, la Asociación Civil Familia Grande organizó en el Salón de Actos del Banco de Previsión Social la jornada “Infancias en riesgo por violencia hacia las mujeres: responsabilidad estatal y abordaje integral”, con la participación de destacadas especialistas como la Doctora en Derecho Natalia Fernández Pereira, especializada en violencia basada en género y generaciones, integrante de la Red Uruguaya contra la violencia sexual y doméstica y la Doctora Soledad Suárez, integrante del Consultorio Jurídico de la UDELAR. Allí se abordó especialmente la violencia vicaria, una forma de violencia en la que niños y niñas son utilizados como instrumentos de daño hacia la mujer. “Es una realidad frecuente, pero poco visibilizada”, enfatizaron. También fueron recibidas en la sesión de la Junta Departamental donde las Dras. expusieron sobre las infancias en riesgo.
DATOS ALARMANTES
Los datos son alarmantes: en Uruguay se registran 8.924 denuncias de abuso y violencia infantil, y un 56% de las víctimas son niñas y adolescentes mujeres. A esto se suma la llamada “cifra negra”: los casos que nunca llegan a denunciarse por vergüenza, miedo o desconocimiento. Bernasconi subrayó que la mayoría de los abusadores pertenecen al entorno más cercano. “Son el abuelo, el tío, el padrastro. Muy pocos casos son de desconocidos. Esa es la gran tragedia”, afirmó. Relató también episodios que hoy acompañan desde la asociación, como el de una adolescente que debió declarar nuevamente años después del abuso porque el caso quedó paralizado. “Quiso quitarse la vida varias veces. Revivir todo fue devastador. Y eso pasa porque el sistema es lento y no protege suficientemente”. Otra preocupación central es la desproporción en las penas. Mientras una mujer que ingresa droga a una cárcel recibe cuatro años efectivos, un abusador puede obtener dos años y ocho meses mediante un juicio abreviado. Por eso, Familia Grande entregó a los diputados por Salto una serie de propuestas de modificación legal: impedir acuerdos abreviados en delitos sexuales contra menores, crear agravantes específicas y elevar las penas mínimas. La asociación también hace visible lo que pasa en el territorio: madres que se acercan “afuera de una cancha”, vecinos que piden ayuda tras años de silencio, y casos que emergen apenas se habilita un espacio seguro para hablar. “Siempre hay un niño detrás. Siempre”, enfatizó.
MODELO BARNAHUS
Familia Grande busca que Uruguay adopte un sistema inspirado en el Modelo Barnahus: que el niño declare una sola vez, en un ambiente cálido y protegido, con jueces y fiscales observando a distancia por cámara, y que prevalezca la evaluación de psicólogos y psiquiatras especializados. “Estamos lejos todavía, pero ya empezamos. Y este es un camino que no tiene vuelta atrás”, afirmó Bernasconi. El compromiso de esta Asociación Civil es enorme: llenar un vacío que debería ocupar el Estado, pero que hoy recae sobre organizaciones que trabajan con recursos propios y con la convicción de que cada día perdido es un dolor más para un niño. “Queremos que dentro de las 48 horas de la denuncia todo se active: atención psicológica, acompañamiento, contención. No se puede esperar meses. No hay tiempo”, finalizó.