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Lunes 24 de Noviembre, 2025 41 vistas

Ing. Agr. Jorge Foderé - Megaagro-Calvase: Lupino: un cultivo que gana terreno por rendimiento, adaptación y valor nutricional

El lupino se ha consolidado silenciosamente como una de las alternativas más firmes dentro de los cultivos de invierno en Uruguay. Aunque todavía ocupa un área menor frente a trigo, cebada o colza, su avance ha sido constante y, según el Ing. Agr. Jorge Foderé, técnico de Megaagro-Calvase, su adopción responde tanto a su desempeño productivo como a su versatilidad dentro de los sistemas ganaderos y agrícolas. "Es un cultivo que crece de a poco, pero crece de forma sostenida", afirmó el técnico, al destacar que la experiencia acumulada en distintas zonas del país viene demostrando un potencial productivo elevado y estable.
Foderé señaló que Uruguay cuenta hoy con una base de información nacional robusta, proveniente tanto de la investigación académica como del trabajo directo con productores. Esa combinación, explicó, permite "contar un poquito las experiencias de lupino", con datos consistentes vinculados al rendimiento, al manejo y al rol del cultivo como suplemento proteico para diferentes categorías ganaderas. El especialista participó de la reciente jornada de Megaagro y Calvase, instancia en la que expuso resultados, recomendaciones y proyecciones sobre el cultivo.
La expansión del lupino también se explica por un interés creciente desde el sector ganadero intensivo. Los feedlots, recriadores y tambos han incorporado el grano como insumo clave, por su alta concentración de proteína y energía. "Se viene utilizando mucho y la lechería está empezando a traccionar también", sostuvo Foderé, al remarcar que la demanda interna es hoy uno de los sostenes principales de la producción nacional.
Desempeño notable en el norte y en zonas no tradicionales
Si bien tradicionalmente la mayor parte de los cultivos de invierno se concentran en el sur del país, Foderé destacó que el lupino ha mostrado un comportamiento destacado en el litoral norte. "Es un cultivo que se adapta muy bien justamente a zonas no tradicionalmente agrícolas", señaló, al mencionar el caso concreto de un productor de Salto que logró 3.500 kilos por hectárea hace dos años.
Según el técnico, existen campos con condiciones ideales en el litoral norte que permiten alcanzar resultados iguales o incluso superiores a los registrados en el sur. La clave, explicó, está en identificar suelos profundos y sueltos. "Hay que elegir bien los campos, los campos más profundos, arenosos. Ahí andamos muy bien y te diría que igual o mejor inclusive que en la zona sur", afirmó.
La expansión hacia nuevas regiones también se apoya en la necesidad de diversificar la rotación agrícola. Foderé recordó que Uruguay dispone de pocas opciones para el invierno, motivo por el cual el lupino se vuelve una alternativa estratégica. "Está bueno diversificar; es un poco lo que buscan los productores también", dijo, en referencia al papel del lupino dentro de esquemas de rotación donde la colza sigue siendo el cultivo de mayor área.
Rendimiento, costos y equilibrio económico
Los rendimientos del lupino en Uruguay han demostrado una variabilidad relativamente acotada cuando se aplica un manejo adecuado. Según Foderé, un objetivo de 3.000 kilos por hectárea representa un resultado muy bueno, aunque existen casos que superan ese valor ampliamente. "Nosotros hemos logrado 3.800 kilos, que creo que ha sido el récord nacional", indicó.
El punto de equilibrio depende de los costos directos, que varían de acuerdo al origen de la semilla, al nivel de fertilización y a la disponibilidad de insumos propios. Foderé detalló que, cuando se adquiere semilla comercial, el equilibrio se ubica entre 1.500 y 1.800 kilos por hectárea. Sin embargo, algunos productores operan con costos más bajos cuando cuentan con semilla propia. "Ayer me dijo un productor que tenía 1.000 kilos de costo porque tenía la semilla, pagó las regalías y ni fertilizó la base. Y está sacando más de 3.000 kilos", ejemplificó.
El técnico insistió en que, incluso bajo escenarios de costos ajustados, los valores necesarios para cubrir gastos son "relativamente logrables de forma bastante sencilla". Por eso considera que el cultivo combina un buen potencial de rinde con condiciones económicas atractivas para sistemas comerciales y para esquemas de autoconsumo.
La importancia de la fecha de siembra y la elección del lote
Entre los factores determinantes para lograr estabilidad productiva, Foderé subrayó dos elementos clave: la elección del campo y la fecha de siembra. Según explicó, el lupino requiere suelos sueltos, profundos y bien drenados. "Tiene que ser campos más bien sueltos, limosos, arenosos, no compactados, no muy arcillosos. No le gusta las zonas bajas donde hay anegamiento", puntualizó.
El técnico fue enfático al advertir que los campos arroceros, muchas veces tentadores por su extensión y planitud, no son adecuados. "Campos arroceros, no. Justamente que vayan a los campos planos, soles, eso no corre ahí", comentó, al señalar que en suelos pesados puede haber diferencias de hasta 500 kilos por hectárea en cuestión de metros debido a la variabilidad.
El segundo elemento decisivo es la siembra temprana. "Una fecha de siembra relativamente temprana, a partir de fin de abril o mayo, te estabiliza la producción", explicó. Sembrar tarde -junio o julio- puede arrojar buenos resultados, pero incrementa la variabilidad y la dependencia del efecto climático del año. En los planteos bien manejados, con fecha adecuada y buen lote, Foderé afirmó que es posible alcanzar de manera consistente entre 3.000 y 3.200 kilos por hectárea con la variedad Coyote, un material australiano que "se ha comportado muy bien en esta zona".
Semilla, densidad y fertilización: puntos críticos del manejo
Foderé subrayó que el lupino es un cultivo que requiere una densidad alta de plantas para expresar su potencial. El objetivo recomendado es lograr entre 50 y 60 plantas por metro cuadrado, lo que implica sembrar entre 120 y 130 kilos por hectárea. "Es un cultivo que lleva mucha semilla porque es un grano grande. Es idéntico a una semilla de soja, pero lleva el doble de población", explicó. Por eso, insistió en que "en eso no se puede escatimar".
Respecto a la fertilización, el técnico aclaró que el lupino es un cultivo poco exigente. Al ser una leguminosa, fija nitrógeno atmosférico y no requiere aportes de ese nutriente. Para fósforo, valores del suelo entre 10 y 12 partes por millón son suficientes para obtener buenos resultados. Sin embargo, muchos productores fertilizan igual, porque el fósforo queda disponible para futuros cultivos. "Es un cultivo muy poco extractivo", señaló Foderé, en contraste con la colza, que "te deja el suelo muy bajo en nutrientes".
El análisis de suelo, insistió, debe ser parte obligatoria del proceso de planificación. "Todo cultivo es conveniente con análisis de suelo. Realmente ya en el sur ni se concibe hacer cultivos sin saber dónde estás parado", afirmó.
Mercado, precios y destino comercial
La mayor parte del lupino producido en Uruguay no ingresa al mercado tradicional, sino que se consume dentro del propio establecimiento. "Gran parte de la salida es el propio productor que lo produce", explicó Foderé. Feedlots y recriadores generan un sistema de "círculo cerrado", en el que producen el grano para su propio consumo, lo que reduce significativamente el volumen que llega al mercado.
Sin embargo, cuando existen excedentes, el grano encuentra colocación con relativa facilidad. Los precios actuales se ubican en el entorno de US$ 280 a US$ 300 por tonelada, fuertemente influenciados por el comportamiento de la soja y de las proteínas vegetales en el mercado internacional. "Hace poco hemos comercializado lupino en torno a los USD 300. Y estamos viendo que probablemente vaya a tener un repunte", explicó el técnico.
Megaagro y Calvase han realizado exportaciones en años anteriores, aunque la prioridad está en abastecer al mercado interno, especialmente en zonas donde el consumo es alto. "Nuestro foco va a ser comercializarlo acá. Vale más la pena que exportarlo a Palmira y que termine en Europa", señaló.