martes 23 de abril, 2024
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Semáforo solar indica la potencia del daño que el sol y su radiación causa en la piel del ser humano

Por Andrés Ferreira.
Eduardo Manuel Álvarez además de ser Ingeniero jubilado, hay que destacar varias de sus cualidades y de sus acciones por el departamento. Fue quién trajo el Pádel a Salto y lo impulsó. Además profesionalizó el arbitraje de fútbol. Realizó en el Ateneo un programa de preguntas y respuestas de altísimo nivel, donde CAMBIO era el principal sponsor. Levantó el tenis en Salto haciendo campeonatos que llevaban el nombre de los Gran Slam del ATP. Cómo si eso fuera poco, cuenta con un observatorio astronómico de primer nivel. Sin dudas un perseverante de la vida y con muchísimo talento para llevar adelante sus ideas.
Eduardo Manuel Álvarez, mejor conocido como EMA diseñó un semáforo solar que ofrece la posibilidad de poder saber en momento y lugar cuál es el nivel del daño que causan a la piel los rayos ultravioleta emitidos por el sol. Este dispositivo ha sido recibido de buena manera por la Sociedad Dermatológica del Uruguay (SDU) por ser una herramienta útil para prevenir los malos efectos que causa el sol sobre la piel del ser humano.
CAMBIO entrevistó al Ing. Álvarez quien explicó detalladamente el funcionamiento del dispositivo:
El semáforo solar no es otra cosa que un dispositivo pasivo para visualizar la potencialidad del riesgo por la exposición solar en determinado momento y lugar.
Sin dudas que para que esto funcione tiene que haber luz solar, la ventaja que tiene este semáforo solar es que no solamente es para el verano, donde las precauciones se tienen en cuenta desde las 10:00 hasta las 17:00 aproximadamente. De forma fácil y sencilla el semáforo representa a cualquier usuario que se coloque delante del mismo si en ese momento y en ese lugar las condiciones de la altura del sol son potencialmente poco, medianamente o muy riesgosas para exponerse al sol.
FUNCIONAMIENTO
El diseño de este simple dispositivo para la inmediata visualización del potencial del daño a la piel debido a la radiación recibida del sol, es válida para esa particular locación y momento, cualquiera sea el día del año. Cuenta con dos caras, como se puede usar durante todo el año, una de las caras representa a cualquier día de primavera o verano, en los cuales el sol da sobre esa cara, y la otra cara cualquier día de otoño e invierno, en los cuales en esa época el sol dará sobre esa cara específicamente, una de las dos caras siempre estará iluminada. Las dos gráficas cuentan con un elemento central, una especie de cono el cual su sombra se daría en forma de aguja, la cual marcaría el color verde (sin peligro) amarillo (precaución) y rojo (zona de alto riesgo). El plano de simetría vertical del semáforo solar debe coincidir con el meridiano local, las dos caras del semáforo deben de tener una inclinación exacta a la co-latitud del lugar, por lo que resultan paralelas al plano del ecuador terrestre, de manera tal que el elemento central que atraviesa las caras perpendicularmente resultará paralelo al eje central del planeta Tierra. Esta sombra en forma de aguja, a medida que el día transcurra se irá desplazando en sentido contrario a las agujas un reloj, si la punta cae sobre la zona verde, la altura del sol es menos de 45 grados, lo que significa de acuerdo a las indicaciones de los dermatólogos que la capa de atmósfera atravesada hace que se absorba medianamente la potencialidad riesgosa de radiación ultravioleta, el cual no significa ningún riesgo al exponerse al sol. Cuando el sol supera los 45 grados la aguja marcará la zona amarilla, lo que quiere decir que los riesgos son mayores, y cuando la altura del sol supera los 50 grados, la radiación es muy directa, dañina y riesgosa para el ser humano.
AUTOSUSTENTABLE
Para poder tener una indicación precisa de cuánta radiación ultravioleta hay en un momento dado, se necesita alimentación eléctrica, calibración y mantenimiento sea cual sea el dispositivo que se use. El semáforo solar no necesita alimentación eléctrica, ni calibración y tampoco mantenimiento, por estas ventajas la Sociedad de Dermatología Uruguaya emitió una nota en la cual lo auspicia, destaca sus bondades y lo promueve.
CONCIENCIA TODO EL AÑO
Álvarez destacó de vital importancia el hecho de protegerse del sol, no solamente durante los días de estío: La conciencia de no recibir radiación solar para evitar el melanoma (cáncer de piel) debería de durar todo el año, no solamente en verano, ya que la altura del sol sobre el horizonte es exactamente igual en primavera que en verano, el recorrido que hace el sol el 21 de enero, donde es claramente verano, es el mismo que realiza el 21 de noviembre, y en noviembre no hay tanta idea de cuidarse del sol. El 21 de febrero el sol realiza el mismo recorrido que el 21 de octubre, y no hay conciencia de eso. “Lo que sucede es que desde el punto de vista de las temperaturas en octubre y noviembre hace mucho menos calor que en enero y febrero, pero es por la inercia térmica que tiene la tierra, terminando el invierno el suelo está muy frío y cuesta más calentarse, pero la radiación solar causa daños en la piel porque el sol está en las mismas alturas” dijo Álvarez. Aclaró que estando también en las estaciones de otoño e invierno el sol pasa los 50 grados de altura en determinados momentos del día, por lo cual el riesgo es el mismo que se corre en verano por las radiaciones ultravioleta.
INTERESADOS
Por otro lado Álvarez dijo que recibió un gran consejo del Dr. Carlos Albisu, quien quedó encantado con el semáforo solar y le aconsejo que lo patentara. Álvarez escuchó el consejo, realizó todos los trámites correspondientes en Montevideo y lo patentó, ya ha tenido interesados en su instalación.
“Todos los interesados en el semáforo solar deben de saber que no tiene ningún otro costo más que los materiales necesarios para construirlo, son construidos e instalados por carteles Punto Cero” cerró Álvarez.