Por el Dr. Pablo Perna
La LUC establece un nuevo mecanismo para fijar el precio de los combustibles en el Uruguay; su finalidad ha sido ponerle un freno a la discrecionalidad con la que se establecían los precios de los combustibles durante los 15 años del Gobierno del Frente Amplio. Mientras la izquierda gobernó ANCAP, el precio del petróleo subía en el mundo y el combustible en el Uruguay también subía; pero si el precio del petróleo bajaba en el mundo, en cambio en nuestro país los combustibles aumentaban.
La finalidad de la izquierda era que mediante la venta de combustibles subsidiar a las grandes empresas distribuidoras de súper gas, subsidios de negocios a pérdidas y despilfarros de dinero; como ejemplo de lo mencionado tenemos la producción de perfumes o la fiesta que duro unas pocas horas, que organizo Raúl Sendic, que contó con la presencia de la presidenta argentina Cristina Fernández, y que costó la suma de U$S 360.000.
De otros despilfarros de dinero y malos negocios de ANCAP, no podemos dejar de mencionar los 150 millones de dólares que costaron los 71 pilotes enterrados en el río de La Plata para la construcción del puerto de la Regasificadora de Gas Sayago S.A, la que no se terminó de construir. Todos recordamos el triste y cómico episodio cuando el ex TUPAMARO, Zabalza se cruzó en la puerta de su casa con el candidato presidenciable Daniel Martínez, donde pasándole uno de sus brazos por el hombro y señalándole al horizonte le manifestó: “Yo me levanto todas las mañanas y lo primero que veo es aquello allá”; responde Martínez: “Sí, qué hermosura”, a lo que Zabalza comentó: “US$ 150 millones”.
Toda esta fiesta de izquierda culminó con un endeudamiento de una empresa monopólica en casi 900 millones de dólares que debimos de afrontar todos los uruguayos mediante el aumento de combustibles y de impuestos; y su ex presidente que por excederse en los poderes de su cargo y apropiarse de los dineros del Estado, fue condenado por la justicia por abuso de funciones y peculado con pena de 18 meses de prisión.
Lo que ha pretendido el Gobierno de la Coalición es poner las cosas en su orden; si el precio del petróleo aumenta en el mundo, los combustibles en el Uruguay aumentan y si el valor del petróleo baja, el valor de los combustibles también debe de bajar. Esto es lo que establece el Art. 235 de la LUC que el Frente Amplio voto y aprobó en el Parlamento con 97 en 98 votos a favor, pero que ahora contradictoriamente pretenden derogar.
La Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA) es el órgano que establece el precio de paridad conforme a las variaciones del valor del petróleo; pero es el Presidente que tiene la última palabra en fijar los precios. El petróleo a causa de la guerra entre Ucrania y Rusia ha provocado, conforme a parámetros de la URSEA, un aumentado de un 13 % en su valor y por ello sugiere al Presidente que aumente los combustibles en un 5 %, pero el Poder Ejecutivo resuelve aumentarlos únicamente en un 2 %.
Se podrá cuestionar que no es oportuno políticamente establecer aumentos de los combustibles a 23 días del referéndum, pero nadie puede negar que este aumento es lo que correspondía. El Frente Amplio es cómplice de estos aumentos, no solamente por haber votado el Art. 235 de la LUC que ahora pretende derogar, sino por los despilfarros de dinero de ANCAP durante sus 15 años de Gobierno, donde insólitamente no solamente los casinos en el Uruguay daban pérdidas, sino también una empresa monopólica de venta de combustibles. Porque queremos un país serio y responsable, el 27 de marzo votamos por la “NO” derogación de la LUC.
