El director de Movilidad Urbana de la Intendencia de Salto, Alberto Subí, reveló que el departamento enfrenta una grave crisis en el servicio de taxímetros con aproximadamente 350 taxis informales operando frente a solo 73 legales. El jerarca confirmó que la situación del transporte informal constituye «el segundo problema más grave que tiene tránsito después de las muertes». La autoridad municipal identificó cinco tipos de actores irregulares que operan en el mercado salteño del transporte.
UBER
Entre los operadores irregulares se encuentran taxis que se autodenominan legales pero poseen vehículos truchos manejados por familiares, un grupo de WhatsApp con 8 a 12 vehículos que se denominan «Uber» pese a que Salto no cumple los requisitos poblacionales para esta plataforma, y ciudadanos comunes que realizan viajes esporádicos los fines de semana.
RELOJES DE CONCORDIA
La situación se agrava al descubrir que el 90% de los taxis considerados legales utilizan relojes comprados en Concordia que no pueden ser certificados por el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU). El LATU suspendió su visita programada para septiembre tras detectar esta irregularidad. Subí otorgó plazo hasta el 11 de noviembre para que los taxistas cambien sus relojes por equipos nacionales certificables. «Es tierra de nadie actualmente», expresó el funcionario sobre la situación tarifaria donde «no sabés ni lo que te van a cobrar».
EL MODELO DE PAYSANDÚ
El director municipal tomó como ejemplo el caso de Paysandú, departamento que logró mayor control con 125 taxis legales, ningún «Uber» informal y menos de 10 vehículos truchos. «Hemos conversado con tránsito de Paysandú» para adoptar sus mejores prácticas, señaló Subí. La administración departamental planea abordar integralmente el problema durante 2026, tras reconocer que «este tema hace 5 años no se toca» debido a que «se entendía del gobierno anterior que se iban a meter en un problema que no iban a poder solucionarlo». «Está casi prostituido el tema del taxímetro en Salto», concluyó Subí, quien prometió «corregirlo y encaminarlo por el bien del departamento» mediante un trabajo coordinado con todos los actores involucrados.
