Por Armando Guglielmone.
Las personas, sobre todo las del mundo occidental, aunque hay excepciones, tenemos una manera de vincularnos con algunos animales de una manera más estrecha, estando esta directamente asociada con la capacidad cognitiva de dicho animal. Formamos lazos afectivos con caballos, delfines, orcas, gatos y por supuesto perros. Hay excepciones que se podrían considerar, pero son eso, excepciones, como tener de mascota una vaca.
No tenemos por lo menos la mayoría reparo en comer atún, pero sí en comer por ejemplo carne de delfín, incluso algunas marcas incluyen el aviso de “libre de delfín”. Es que uno es un pez, el otro es un mamífero, tiene una capacidad no solo de aprender especial, sino que también forma vínculos afectivos con nosotros. Y por supuesto, el que mayor vínculo desarrolla con nosotros es el perro, miles de años de selección han hecho posible que este lazo afectivo sea tan intenso en algunos casos que perros han muerto de tristeza luego de morir sus dueños.
En la cultura asiática es diferente, lamentablemente, al igual que en muchas partes de África, el perro se considera en algunos lados de estos continentes una fuente de alimento. Y no necesariamente siempre está supeditado a necesidades alimenticias asociadas a la pobreza, en algunos lados se considera como algo caro, de lujo. Para la mayoría de nosotros es impensable siquiera pensar en consumir carne de perro, o de caballo, pese a que aquí se faenan caballos es solo para exportación, está prohibida su venta interna.
Vamos a encontrar seguro gente que le dará lo mismo que coman perro por ahí, pero seguro es gente que no tiene perro, y si lo tiene, seguramente será en condiciones pésimas. Pero por lo menos en algunos lados las cosas van cambiando, en Corea del sur se aprobó una ley en 2024 que prohíbe a partir de 2027 la cría y venta de perros para consumo. Y como en todos lados hay gente que no está de acuerdo, como, por ejemplo, los cientos de personas (o pseudo personas) que tienen criaderos dedicados a esto. El argumento que esgrimen es que van a quedar tantos perros, que deberán ser sacrificados ya que no tendrán la función de ser usados como alimentos,lo paradójico es que ello los matan para usarlos como comida, como que matarlos para eso es correcto.
Cuando vemos que hace relativamente poco se comprobó científicamente que los perros lloran, con lágrimas, no podemos menos que indignarnos con este tipo de situaciones. Se me hace imposible empatizar con gente como la de África, que lleva en moto un perro atado de patas como quien llevara una gallina viva para consumo, así como también con quienes acá mismo realizan actos deleznables con sus perros. Mientras tanto, quedará esperar a que en algún momento esto cambie Dios mediante, para no tener que seguir viendo este desprecio por la vida de los perros.
Columnistas