La Encuesta de Papa "Primavera 2025", difundida por la Oficina de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del MGAP, indica que la zafra de otoño alcanzó una superficie sembrada de 2.138 hectáreas y una producción estimada en 56.468 toneladas, con un rendimiento medio de 26,4 t/ha, un volumen que supera en 20% a la campaña anterior y refleja la recuperación del cultivo tras las dificultades en el abastecimiento de semilla observadas el año pasado.
El informe confirma además que la siembra regada ocupó 69% del área, un factor que contribuyó a la buena performance de rindes, y que al cierre de cosecha permanecían almacenadas con destino comercial 15.316 toneladas, equivalentes al 27% de la cosecha, de las cuales el 96% se conserva en cámaras frigoríficas, resguardando la calidad de un producto que tiene en la conservación física un componente clave para su salida comercial.
Mirando hacia la campaña de primavera-verano 2025/26, los productores declararon una intención de siembra de 1.048 hectáreas, cifra prácticamente estable respecto del ciclo anterior y con 95% del área ya implantada al momento de la encuesta, restando por sembrar apenas 56 hectáreas. Para esta siembra se utilizaron 2.803 toneladas de semilla, con una densidad promedio de 2,67 t/ha, y se señala que 95% de esa semilla fue de producción propia, lo que confirma la autosuficiencia de gran parte del sistema semillero nacional.
El cronograma de siembras muestra además una distribución acotada en el tiempo: el 37% del área corresponde a cultivos tempranos, el 55% a siembras de estación y el 8% a lotes tardíos. Esta concentración en ventanas tempranas y de estación facilita la planificación de la cosecha y la logística de comercialización, pero también deja al cultivo sujeto a la evolución de las condiciones climáticas en las semanas decisivas.
En términos prospectivos, la intención anunciada para la zafra de otoño 2026 asciende a 2.289 hectáreas, un alza proyectada del 7% frente a la pasada campaña. Para atender ese escenario, los productores estiman la adquisición de 1.516 toneladas de semilla importada, aunque actualmente declaran tener 6.176 toneladas almacenadas destinadas a semilla, un volumen que supera los requerimientos previstos y que sugiere que una porción -estimada en alrededor de 1.000 toneladas- podría destinarse finalmente al mercado de consumo en lugar de volver a plantarse. Estas cifras, aclara el informe, son preliminares y estarán sujetas a revisión en la Encuesta de Otoño 2026.