domingo 24 de noviembre, 2024
  • 8 am

Fortaleza es confiar

Gerardo Ponce de León
Por

Gerardo Ponce de León

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Por Gerardo Ponce
De León
Muchas veces nos encontramos con situaciones complicadas y es capaz que nos digan: “Qué fortaleza” y es probable que se confundan los sentimientos. El ser humano tiene, por su esencia, el derecho y el respeto a “quebrarse” anímicamente. No es ningún defecto tener una caída anímica.
Diría más, el hombre no deja de ser más hombre y la mujer no es la única que tiene el derecho a llorar. El llanto viene y es una válvula de escape, es el sentir algo que nos ha tocado anímicamente. Más, el llanto es una virtud, ya que me permite lavar los ojos, y así miramos de otra forma el problema o la situación. No, por no llorar, implica que uno no ve, ya que hay personas que aguantan, por su forma de ser, y otras no.
Fortaleza es aceptar la situación, aceptarla como tal y buscar una solución, si la tiene. Muchas veces uno puede apreciar, como se enfrentan a un problema, llorando, y lo encaran mucho mejor que aquel que no llora. El llanto es una válvula y creo que si uno siente la necesidad de hacer, hay que dejarlo que aflore, ya que viene desde lo más profundo de uno.
Si algo nos pasa y nos duele, existen las dos opciones, que son: si o no. No se tiene que aguantar, que salga ya que me voy a sentir mejor que aguantando por lo que dirán. Ojo, que no quiere decir que pienso que hay que ser llorón, se sienten las ganas, es si, dejo salir.
Fortaleza es tener la mente dispuesta a superar el momento que os ha tocado vivir; es permitir que se arrime un hombro para dejar surgir o aflorar mi sentimiento. Hoy se sabe casi todo, los secretos son muy pocos y en la mayoría de los casos, son muy personales. Fortaleza es ser el portavoz de uno mismo, para que se sepa mi situación en su origen. Nadie va a negar algo, si viene de la base del problema o de quien sufre el problema, aunque, por conocer “los costados” podemos, y somos los únicos que lo podemos hacer, “acomodar” para no lastimar, en un principio, a esos seres que acompañan mi sentimiento, (los padres, esposo/a, hijos y hermanos) dado que me conocen.
Fortaleza es ir buscando la solución, rápidamente o en forma meditada, a una situación comprometida, lo que vale es el hecho de no esperar que los otros le den o busquen como palear el problema. La solución tiene que ser mía y las otras opiniones, me pueden servir para darle cuerpo a la forma de buscarle como arreglar lo que me está pasando.
Fortaleza es una templanza de mi interior. Si no la tengo, no la puedo buscar en otro lado, pero si puedo ir mirando, para ver cómo me acomodo, y tratar de salir lo más airoso posible, frente a mi falta de fuerza, que sin darme cuenta, voy adquiriendo templanza en mi accionar.
Si tendremos que pedirle a Dios, que nos de fortaleza frente a la vida; para enfrentar y solucionar, las piedras que encontramos en nuestro camino; para darle razón a nuestro sufrir. Cuesta aceptar, hasta la razón sin razón, desde nuestro punto de vista ; y si tenemos la ayuda de Él, vamos a caminar, apoyados en Él, que no nos falla y está ahí, sin que lo veamos, acompañando y dejándonos libres en nuestro accionar, dando “susurros” en nuestro corazón, para que sigamos adelante, llorando o no, frente a nuestra falta de fortaleza.
Sabemos que no podemos, que podemos caer, pero el fuerte trata de superarse, de levantarse, después de la caída y sabe que si tiende la mano, encuentra la de nuestro compañero de ruta y gracias a Él, podemos salir. Fortaleza es confiar.