sábado 23 de noviembre, 2024
  • 8 am

Que prime la sensatez

Gerardo Ponce de León
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Gerardo Ponce de León

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Sol

Por Gerardo Ponce de León
Al comenzar les quiero aclarar que soy un convencido que no solo a la fuerza, el hombre aprende. Tenemos que informarnos y en la medida que tengamos dudas, debemos buscar a la verdad viendo o leyendo a quien sabe más que uno. Esto me lleva a ser reiterativo en el tema de la pandemia.
Muy bien nos decía el Dr. Campos, en el reportaje, que la vacuna no es la solución, no es la panacea, es un complemento ya que tenemos que seguir usando: tapaboca, alcohol gel y respetar el distanciamiento. Tenemos que seguir recurriendo a nuestra libertad responsable. Solamente nosotros, cada uno, seremos responsables de la continuidad de la pandemia. Cada uno sabe si ha obrado con sensatez. Como muy escribe el Padre Martín, el día sábado 16, en este diario, bajo el título «Un pobre ruego», en el cual numera por quien y para quien, tenemos que pedirle a Dios que nos ayude a poder usar la sensatez, humildad y responsabilidad, frente a la situación que nos está tocando vivir.
¡Qué tres cualidades he nombrado! Cada una y en conjunto, son los pilares de solidaridad que tenemos que tener muy presentes, en nosotros mismos, para que siendo sensato, usando la responsabilidad, y siendo humildes, vamos a estar haciendo un muy buen uso de nuestra libertad responsable. Sin estos valores no existe vacuna, no existe nada que ayude a contener a lo que nos está tocando vivir.
Libertad responsable es la forma de nombrar a estas tres virtudes, junto a la solidaridad que nuestro Presidente nos ha querido inculcar, hasta se podría decir enseñar, en el uso del respeto, comenzando por uno mismo y así cuido a los demás.
Creo que tenemos que tener muy presentes a toda la gente que trabaja, por nosotros, en la salud; a toda la gente que está sufriendo, por haber perdido un ser querido; por aquellos que están confinados y esperando un resultado; por aquellos que han perdido su trabajo; por aquellos que esperan de nosotros una mano para poder llevar algo de comida a su gente; y esto me lleva a preguntarme ¿No son razones suficientes para cuidarnos? ¿Le tenemos que agregar algo más?
Fuimos ejemplo mundial por nuestro comportamiento, hicimos uso de nuestra libertad responsable, hasta que llegó a nosotros, a todos, el aburrimiento, la sensación de que no era lo que se decía, de que a mí no me iba a tocar, y bajamos la guardia y hoy peleamos a nivel mundial, pasar a nivel rojo, como país, frente a los problemas de esta pandemia.
Más que nunca, tenemos que «ponernos las pilas», volver a ser sensatos, humildes, responsables, solidarios y respetosos. Es muy cierto que cuesta, nos molesta y que tenemos el derecho de hacer nuestra vida. Pero todo termina donde comienza la libertad del otro; no puedo sentirme y menos aún, de ser «culpables» de lo que le pueda suceder a un ser querido. Nadie puede decir estoy libre, ya que podemos ser asintomáticos y portar el virus a nuestros seres queridos. Que la humildad nos lleve a escuchar, respetar lo que nos dicen quienes saben de la materia, ya que por algo han estudiado, y nosotros somos «receptores» de lo que nos dicen. Circulan muchas versiones, hagamos caso a los que conocemos y nos dicen, si es necesario, frente a uno, su opinión, dado que, el conocerlo, me lleva a creer en su palabra, que va a ser sin maldad.
Es machacar sobre caliente, pero al cuidarme estoy cuidando a los demás.
Espero de todo corazón, que prime la sensatez en cada uno de nosotros, porque la verdad, creo en la gente y sé que son capaces de detener, lentamente, y ganarle a la pandemia. Fuimos capaces de gestas históricas, volvamos a repetir, frente al mundo, que podemos dejarlos mudos de nuevo.