viernes 19 de abril, 2024
  • 8 am

El protesta pero yo trabajo

Juan Carlos Ambrosoni
Por

Juan Carlos Ambrosoni

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Por Juan
Carlos Ambrosoni
¿Cuántas veces hemos visto en la televisión, leído en los diarios o escuchado en las radios como algunos individuos hacen huelga en su lugar de trabajo impidiendo que la empresa funcione y que otros compañeros no puedan desempeñar su tarea? Seguramente han sido varias las ocasiones ya que así sucedía en nuestro país años atrás. El derecho a huelga es muy significativo y está en nuestra tradición, pero cuando deja de ser de manera pacífica no es un medio justo ni valido para protestar. ¿El motivo? porque afecta los derechos de terceros que quiere cumplir con su labor.
En Uruguay, esta situación ha cambiado. La LUC una vez entrada en vigencia introdujo un cambio sustancial en el tema en cuestión. Lo que hace es garantizar el ejercicio pacífico del derecho de huelga al mismo tiempo que reconoce la facultad de los no huelguistas a acceder y trabajar en los respectivos establecimientos y también, no menos sustancial, el derecho de la dirección de las empresas a ingresar a las instalaciones libremente.
Estas disposiciones tienen su fundamento en la defensa de nuestro Estado de Derecho y en la garantía de nuestros derechos individuales. La limitación del acceso al trabajo no es legítima en una sociedad democrática y social que se caracteriza por la obediencia al ordenamiento jurídico, la vigencia del sistema representativo y donde la armonía reina entre todos los derechos de la ciudadanía.
En más de una oportunidad el Comité de Libertad Sindical y la Comisión de Expertos de la Organización Internacional del trabajo (OIT) sugirieron a sucesivos gobiernos modificaciones normativas para garantizar la libertad de trabajo de los no huelguistas y el derecho de los jerarcas de la empresa de ingresar a la misma. Este artículo (392) resuelve la sugerencia que la OIT solicitaba desde hace mucho tiempo atrás en relación con esta materia.
¿Qué pasa si se deroga dicho artículo? Los impulsores del Referéndum (PIT-CNT con apoyo del Frente Amplio) pretenden volver al régimen anterior que te impedía trabajar si querías hacerlo, aunque no estuvieses de acuerdo con la interrupción, haciendo prevalecer el derecho de huelga por sobre el del trabajo. Vaya curiosidad, los llamados defensores de los trabajadores le están promoviendo que se les vuelva a impedir a sus “protegidos” realizar su principal función.
El 27 de marzo, entre tantas cosas, se juega mucho en materia de libertad de trabajo. Votaremos con la papeleta celeste del NO quienes defendemos este nuevo modelo que garantiza el derecho de huelga a los que tengan sus quejas, que al mismo tiempo le da la posibilidad de trabajar a quien no esté en sintonía con las protestas y que a los empresarios se les permita abrir las puertas de su local.