Una tripulación de pesca deportiva compuesta cuatro pescadores logró una hazaña inolvidable en las difíciles aguas de la represa de Salto Grande, demostrando que los ejemplares albinos pueden sobrevivir hasta la edad adulta. Una jornada de pesca deportiva en Salto se transformó en un suceso biológico y una hazaña personal para cuatro amigos, quienes lograron la captura y posterior liberación de un surubí albino cuyo peso se estimó entre 40 y 50 kilogramos. El ejemplar, que era completamente blanco, sorprendió a biólogos de la universidad, quienes se comunicaron con los pescadores al considerar el hallazgo sumamente extraño. La tripulación estaba compuesta por Fabricio Rodríguez (quien enganchó el pez) y Gabriel Obrusnik, junto a los jóvenes de 19 años Valentino Silva y Santino Rodríguez.
CIENCIA Y MISTERIO DEL RÍO
La pesca de surubí es compleja y difícil. Los surubíes comienzan a subir el río en busca de la corriente en la zona de Salto entre agosto y octubre. Los pescadores utilizan la técnica trolling (arrastrar el señuelo con la lancha), requiriendo que el señuelo vaya “nadando, tocando el fondo”. Cuando la caña de Fabricio se activó, el equipo inicialmente pensó que había “atracado” (enganchado una piedra o el fondo), algo que es habitual. Sin embargo, la duda se disipó con un “cabezazo” de la caña. La pelea se extendió por 40 a 44 minutos. Cuando el pez finalmente asomó la cola, la sorpresa fue mayúscula: “Era todo blanco”. Al verlo completo, se dieron cuenta de que era un surubí, aunque no el pintado (con puntos) o el atigrado (con rayas) que esperaban. El ejemplar era “corpulento, era ancho, era grande”. Su peso estaba estimado “entre 40 y 50 kg”.
