miércoles 5 de febrero, 2025
  • 8 am

Danza-terapia: una técnica que conecta cuerpo, mente y las emociones a través del movimiento y la psicología

Por Melisa Ferradini.
La danza terapia, también conocida como terapia de movimiento-danza, es una disciplina que utiliza el movimiento corporal como medio terapéutico para promover el bienestar emocional, físico y mental. Combina elementos de danza con técnicas psicológicas para ayudar a las personas a expresarse, liberar tensiones, conectar con sus emociones y desarrollar una mayor conciencia de sí mismas. En un mundo donde las tensiones del día a día pueden desconectarnos de nuestro propio cuerpo, la danza terapia surge como una alternativa integradora que combina el movimiento con la psicología. Para conocer más sobre sus beneficios y como se realiza, CAMBIO entrevistó a la Licenciada en Psicología Natalia Finozzi, Psicoterapeuta, Terapeuta Gélstica, quien nos explica cómo esta práctica puede transformar vidas. Además, pueden seguir su trabajo y obtener más información a través de su cuenta de Instagram: @psico. nataliafinozzi.
LA DANZA TERAPIA
Esta práctica tiene sus raíces en los años 1930 y 1940, cuando algunos bailarines comenzaron a investigar el potencial terapéutico del movimiento en el ámbito de la salud mental. En Argentina, la figura de María Fux; Bailarina, Coreógrafa y Danza Terapeuta se fue pionera y se destacó desarrollando métodos específicos para personas con discapacidades. Hoy en día, la danza terapia se ha expandido y adaptado, integrándose a diferentes enfoques psicológicos para promover el bienestar integral. La danza terapia es una disciplina que integra la danza y la psicología, promoviendo la unión entre cuerpo y mente. A diferencia de las terapias tradicionales basadas en el diálogo, aquí el lenguaje principal es el movimiento espontáneo. Su objetivo es explorar y expresar emociones de una forma no verbal, facilitando la autorregulación emocional y el autoconocimiento.
PSICOLOGIA EN MOVIMIENTO
“La danza terapia es para todos”, asegura la Licenciada. Es especialmente útil para personas que lidian con estrés o ansiedad, para quienes desean reconectar con su cuerpo o mejorar su autoestima, y para quienes están atravesando procesos de cambio o transición. Sin embargo, no hace falta atravesar un conflicto emocional para participar: muchas personas simplemente buscan un espacio donde disfrutar del movimiento libre y creativo. Desde la psicología, el cuerpo es visto como un reflejo de nuestras emociones. “El movimiento nos permite expresar y regular aquello que muchas veces no podemos verbalizar”, explica la Psicóloga. Por ejemplo, el estrés o la tristeza pueden manifestarse a través de tensiones musculares o posturas específicas. En la danza terapia, estas tensiones se exploran y liberan a través de ejercicios corporales conscientes, generando bienestar y autoconocimiento.
LA SESIÓN
Una sesión típica se divide en tres momentos: Calentamiento, son movimientos suaves para entrar en calor y conectar con el presente. Exploración del movimiento, guiados por música y consignas terapéuticas, los participantes trabajan emociones específicas, como la alegría o el enojo, a través del movimiento libre. El cierre, incluye una relajación final y, si el grupo lo solicita, un espacio para reflexionar y compartir experiencias.
BENEFICIOS
Quienes participan regularmente destacan la libertad que ofrece esta práctica. “Es un espacio donde no hay reglas ni coreografías; puedes moverte a tu manera”, comentan los asistentes. Además, muchos valoran la conexión grupal, la posibilidad de salir de la rutina y el ambiente de cuidado que fomenta la terapia. En términos emocionales, ayuda a liberar tensiones, desbloquear emociones y encontrar un equilibrio entre cuerpo y mente.