miércoles 12 de febrero, 2025
  • 8 am

El desastre del vertedero Lima lo pudo evitar

Dr. Carlos Silva
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Dr. Carlos Silva

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Por Carlos Silva
El desastre ambiental del vertedero municipal no es casualidad ni mala suerte. Es consecuencia directa de la falta de gestión y la desidia de la Intendencia de Salto. Durante años, los salteños hemos visto cómo los incendios, el humo tóxico y la contaminación del arroyo San Antonio se volvieron parte del paisaje. Y lo peor de todo es que este problema tenía solución, pero Andrés Lima prefirió hacer política en lugar de cuidar a la gente.
Los incendios no solo contaminan el aire, también ponen en riesgo la salud de cientos de vecinos. Respiramos humo tóxico, partículas que afectan los pulmones y pueden generar enfermedades crónicas. El suelo está contaminado y las sustancias que se filtran en las napas de agua pueden traer consecuencias irreversibles para el medioambiente. Esto no es algo menor. Es un problema grave, que podría haberse evitado si la Intendencia hubiera hecho su trabajo.
Las políticas ambientales son claves en cualquier gobierno, de cualquier parte del mundo, hoy hasta las entidades crediticias te califican según tus políticas ambientales y son cuestiones que debemos tener en cuenta. Pero más allá de esto está en juego el futuro y la salud de la población, lo que le dejemos a las próximas generaciones y de qué manera queramos vivir en nuestro paso por el planeta.
Ahora nosotros nos preguntamos: ¿Por qué la Intendencia de Andrés Lima se ha negado a recibir ayuda? ¿Por qué prefiere mantener un sistema colapsado en lugar de buscar soluciones reales? La respuesta solo puede encontrarse en la falta de voluntad política y en la indiferencia hacia un problema que afecta a toda la comunidad.
La realidad es simple: hubo una solución concreta sobre la mesa, con financiamiento asegurado y apoyo técnico del Gobierno Nacional y de Salto Grande. Carlos Albisu presentó un plan para invertir más de 750.000 dólares en la modernización del vertedero y mejorar la gestión de residuos. Pero Lima dijo que no. No porque la propuesta fuera mala, sino porque venía de quienes él considera su «competencia». Prefirió anteponer su interés político en vez de solucionar un problema que afecta a todos los salteños.
Preguntamos de nuevo: ¿Por qué la Intendencia se negó a recibir ayuda? ¿Por qué eligió que Salto siga sufriendo con un vertedero fuera de control, en lugar de aceptar una inversión clave para el departamento?
Lo cierto es que Salto no tiene por qué seguir así. Con Carlos Albisu en la Intendencia, vamos a cambiar esto. Vamos a gestionar con seriedad, dejando la politiquería de lado, y con un plan concreto para transformar la forma en que manejamos los residuos. Porque esto se puede solucionar, y lo vamos a hacer.
Los salteños merecemos un gobierno que piense en la gente y no en su partido. Es hora de que la Intendencia se haga cargo, y si no lo hace, en mayo los salteños tenemos la oportunidad de elegir un camino distinto. Un Salto que funcione. Un Salto donde la salud y el medioambiente sean prioridad. Un Salto sin excusas.