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Del dolor a la sanación: el retiro “Salve Guadalupe” en Salto acompaña a quienes viven las secuelas del aborto

El Retiro Salve Guadalupe es católico, de sanación post aborto, dirigido a hombres y mujeres que hayan participado, de forma directa o indirecta, en una experiencia de aborto. Fundado en Salto en octubre de 2022, este retiro se ha convertido en una luz de esperanza para quienes buscan sanar las heridas emocionales y espirituales que deja esta vivencia. Este año se llevará a cabo del viernes 10 de octubre a las 18 horas hasta el domingo 12 de octubre a las 15 horas. Para obtener más información o realizar la inscripción, las personas interesadas pueden comunicarse al 098 933 166.
GESTIONAR EMOCIONES
CAMBIO entrevistó a la referente del grupo Pro-Vida Salto Alexandra Bozzo, quien explicó que el aborto implica un duelo particularmente complejo, ya que “no hay cuerpo, no hay duelo; se trata de la muerte de un hijo provocada directamente”. Señaló que es fundamental aceptar y tomar conciencia de lo ocurrido para poder gestionar las emociones y sanar las heridas que deja esta experiencia.
LEGALMENTE ELIMINADOS 
Entre las secuelas emocionales más frecuentes mencionó la depresión, la tristeza, la angustia, los trastornos alimentarios —como bulimia o anorexia—, alteraciones del sueño, pérdida del sentido de la vida, sensación de vacío y soledad, así como dificultades en la sexualidad, entre otras manifestaciones. Bozzo recordó que tristemente, en Uruguay, desde la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (Ley N.º 18.987), promulgada el 22 de octubre de 2012, el aborto ha eliminado legalmente a más de 100.000 niños inocentes, sin contar los abortos ilegales que aún se practican. Esto equivale, en promedio, a 10.000 abortos anuales —solo en 2024 se registraron 31 abortos diarios— en un país con una población que no supera los 3,5 millones de habitantes. Con cada aborto no solo se pierden miles de vidas, sino también generaciones enteras y familias uruguayas que, tras esa experiencia, no logran vivir plenamente, sino que sobreviven a un verdadero infierno, intentando sobrellevar sus vidas como pueden. Estudios científicos confirman las profundas heridas emocionales y psicológicas que deja el aborto.
SUFRIMIENTO QUE ACOMPAÑA 
El dolor con que llegan muchas madres y padres a un retiro post aborto es inimaginable. Son personas que transmiten una tristeza indescriptible, expresando frases como: “No merezco vivir porque maté a mi hijo y no tengo perdón”, “¿Por qué lo hice?”, “¿Por qué nadie me informó de las consecuencias que vendrían después?”, “Si hubiera sabido el sufrimiento que vendría luego del aborto, jamás habría tomado esa decisión”. Estas palabras reflejan el profundo arrepentimiento y sufrimiento que acompaña a quienes han atravesado esta experiencia. Este retiro, organizado y acompañado por laicos y sacerdotes, representa una respuesta misericordiosa de Dios dirigida a padres, madres, hermanos, abuelos, médicos, personal de la salud y amistades que, de alguna forma, hayan participado o aconsejado en una decisión de aborto, concluyó Bozzo.