Un plebiscito “invotable”
Dr. Fulvio
Gutiérrez
El plebiscito impulsado por el PIT CNT, que pretende incluir en la Constitución una serie de normas sobre seguridad social, que, de ser aprobado, crea disposiciones con valor constitucional, son, a mi juicio, absolutamente inaceptables. Y lo son porque provocarán una gravísima situación política, jurídica, económica y financiera en nuestra previsión social y por ende, en el Estado todo.
Lo que es más grave, es que no se está actuando con claridad y buena fe de parte de los proponentes y de quienes lo apoyan, y se está, lisa y llanamente, mintiendo a la ciudadanía. Véase que ninguno de los presidenciables de los partidos que integran la llamada “coalición republicana”, Álvaro Delgado, Andrés Ojeda, Guido Manini Ríos, y Pablo Mieres, ni de la fórmula presidenciable del Frente Amplio, Yamandú Orsi-Carolina Cosse, van a votar a favor del plebiscito. ¿Por qué el plebiscito organizado por el Pit-Cnt, carece de apoyo político? Porque es una propuesta disparatada, pergeñada por el sector comunista que dirige la central sindical.
En principio, resulta inaceptable que se pretenda ingresar en la Constitución una normativa que no tiene naturaleza constitucional. Este procedimiento de reforma, fue iniciado en virtud de que no pudieron llevar adelante un referendo en contra de la ley No. 20.130, de reforma de la seguridad social, porque atendiendo a la materia de que se trata, la propia Constitución se lo prohíbe.
El proyecto parte de la base de que la previsión social en el Uruguay, solo debe estar en manos del Estado, o de personas públicas no estatales, prohibiendo entonces, los sistemas de ahorro individual con destino jubilatorio. De ahí que se eliminan las AFAPs, en un plazo que se establecerá por ley, y que no será más allá de los 24 meses contados de la entrada en vigencia de dicho proyecto de reforma. Entonces, el dinero ahorrado por miles de trabajadores que los depositaron en las AFAPs, (aproximadamente unos veintidós mil millones de dólares), pasan para el BPS, fideicomiso mediante, que tendrá como base el dinero recibido por las AFAPs.
¡Están todos locos! Es una confiscación o expropiación sin indemnización de clase alguna que se lo roban a los trabajadores. Una clara apropiación indebida, sin anestesia, que transforma nuestra hermosa Constitución, en una monstruosidad jurídica sin precedente.
Con un agravante: el dinero de las AFAPs, en verdad, no existe. En todo caso, puede existir en efectivo, menos de la mitad de la plata depositada por los trabajadores. Y eso, porque las AFAPs son entidades financieras, y por su naturaleza, lo invierten en fondos de infraestructura, energía eólica, tierras forestales y agrícolas y proyectos inmobiliarios, o compran bonos del tesoro, que tiene plazos de devolución, para lo cual sí estaban autorizadas. Así trabajan las AFAPs, para poder mantener el sistema y hacer redituables las jubilaciones. No obstante, ese dinero, no alcanza para financiar todo el sistema que el plebiscito pretende crear en la seguridad social. En consecuencia, el Estado deberá crear más impuestos o ampliar los existentes (el IVA del 22% que lo pagamos todos los días, puede llegar a duplicarse), y además reacomodar las prioridades de gastos e inversiones, sacando dinero de un lado para ponerlo en otro. ¡Un desastre total y absoluto! Plantean los impulsores que todo este problema deberá ser resuelto por el próximo gobierno mediante una ley a dictarse en un plazo máximo de dos años. Y si no se aprueba esa ley en ese plazo: ¿qué?
Pero ahí no termina la cosa. Ni las AFAPs, ni los trabajadores que aportaron para ellas se van a quedar quietos, ni consentir el robo de toda esa plata. Entonces el Estado va a recibir miles de demandas por los daños y perjuicio que la reforma les pueda originar, más allá de la imposibilidad del reclamo de lucro cesante, que con picardía está prevista en el proyecto. Sin embargo, es clarísimo que los derechos adquiridos por las AFAPs y por los trabajadores depositantes, son jurídicamente indiscutibles por ser derechos adquiridos, y ya hay antecedentes a nivel internacional en situaciones similares, por juicios perdidos por Argentina. También se detendrán los emprendimientos que se están haciendo en el país gracias a las inversiones de las AFAPs, con los consecuentes daños económicos y pérdida de fuentes de trabajo.
Por último, la zanahoria de la mentira resumida en el latiguillo, “trabaje menos y gane más”. Yo pregunto; ¿Y la plata para eso?, ¿Cómo es posible que la genere un sistema de seguridad social ya deficitario? Pues con la confiscación de dinero ajeno y con más impuestos que vamos a pagar todos desde ya, y con más endeudamiento que van a pagar las futuras generaciones. La gravedad de esta situación, llevó a que 112 expertos frenteamplistas en el área económica, nucleados bajo la denominación de “Frenteamplistas por el NO”, firmaron una declaración pública, contra el plebiscito que propone el PitCnt. Para mencionar algunos, están Gabriel Oddone, Mario Bergara, Álvaro García, Fernando Lorenzo y Pablo Ferreri, Exhorto a los ciudadanos, que piensen. ¡No voten este disparate!