martes 10 de junio, 2025
  • 8 am

Palestina duele. Pero más duele tanta indiferencia y justificación de la barbarie

Daniel Dalmao
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Daniel Dalmao

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Por Daniel Dalmao
“Siento en mi a cuantos sufren/y canto respirando” (Gabriel Celaya)
“En Palestina se vive una situación dramática. Israel… continúa y profundiza la agresión militar, perpetrando un genocidio contra el pueblo palestino. Van más de 54 mil personas asesinadas,…la OMS alertó que más de 65 mil niños están hospitalizados y 71 mil en riesgo de muerte por hambre. Más de medio millón de personas enfrentan hambre extrema” (1). ¿Cómo no conmovernos ante esta situación? ¿Cómo aceptar tanta indiferencia de la llamada “comunidad internacional”? Más aun, ¿cómo no indignarnos frente a inaceptables justificaciones de la barbarie? ¿Qué intereses tan poderosos pueden llevar a un gobierno, por más conservador que sea, a cometer tantos crímenes durante tanto tiempo y a otros gobiernos a apoyarlo política, económica y militarmente? ¿Después de esto qué, qué más podemos esperar?
Estas preguntas y otras tantas que podemos formularnos, están cargadas de una gran angustia, no puede ser de otra manera, por lo menos desde que Terencio nos legara su, “nada de lo humano me es ajeno”. Hace ya prácticamente 20 meses que el gobierno de Israel mata 100 personas diariamente. Netanyahu usa su poderoso ejército para ejecutar estas matanzas pero además, en una demostración de extrema crueldad, utiliza el hambre como arma de guerra (cientos de palestinos han caídos muertos por las balas al ir a buscar comida).
En estos días hemos escuchado a algunos dirigentes de la derecha uruguaya justificar la agresión de Israel al pueblo palestino, aludiendo al ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023. Es evidente el hecho que, prácticamente ninguna de las voces que se alzan reclamando el fin de esta terrible situación, avalan ese ataque que produjo más de mil muertos y 250 secuestrados. Pero también es cierto que es muy difícil encontrar en ese hecho una justificación para tanta maldad, cuando las víctimas son en amplísima mayoría niños, niñas, mujeres y hombres no combatientes.
La situación en Gaza y en Cisjordania es terrible. Imposible es dimensionar el sufrimiento del pueblo palestino ante tanto horror. Pero no están solos. La solidaridad se expresa en múltiples movilizaciones en distintas partes de este mundo. Entre las organizaciones que exigen el fin del genocidio también hay muchas conformadas por judíos, incluso algunas se reconocen sionistas (defensoras del derecho de Israel a existir). Algunos gobiernos de la región se han expresado reclamando firmemente el cese del exterminio. En este sentido quizá ha sido Lula, el presidente de Brasil, quien más elocuentemente lo ha hecho reiteradamente. Lo escuchamos decir recientemente: “Es triste saber que tanta gente guarda silencio frente a un genocidio”. Gerardo Leibner, reconocido intelectual uruguayo y judío que vive en Israel dijo:”la situación es realmente desesperante, hablar de crisis humanitaria es quedarse corto…hablar de guerra es ridículo, hay un solo lado, ya hace rato que no hay un enemigo del otro lado” (2).
Todos podemos hacer algo, tengamos o no alguna responsabilidad de gobierno o política o en alguna organización social. Por eso compartimos el “llamamiento a la militancia y al pueblo en general a promover y convocar acciones en defensa de los derechos humanos del pueblo palestino, a su legítimo derecho a existir y a condenar los crímenes de lesa humanidad y genocidio que está cometiendo contra Palestina el gobierno de Israel” (3)
(1) Declaración PCU 01/06.
(2) El Popular en Radio 02/06.
(3) Declaración FA 03/06