sábado 27 de abril, 2024
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Esc. Alberto Beriau: “Jorge Larrañaga fue un huracán del destino que movilizó al partido y eso solo lo logran los caudillos”

Por Daniel Spinelli
Estuvo en la política toda la vida. Fue candidato a diputado por Salto tres veces, en 1984 cuando finalizó la dictadura, en 1989 y en 1994. En la primera elección en la lista W donde Wilson estaba proscripto, la segunda en la fórmula de Alberto Zumarán con García Costa y en el 94 junto a Jorge Larrañaga. Además estuvo en CTM en el período 1985 a 1989 como delegado uruguayo. Alberto Beriau, es un claro referente del Partido Nacional, pero además una voz autorizada para referirse a Jorge Larrañaga con quien compartió momentos en la política, en la amistad y el turf. CAMBIO buscó el testimonio de un dirigente de partido, que es amante de la música y que tiene un caballo de carrera a quien bautizó como “Baladán”, en homenaje a un conocido fotógrafo que se convirtió en un personaje de la Plaza 33.
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-¿Cómo le cayó la repentina muerte de Jorge Larrañaga?
-Fue un golpe muy duro. Al principio no podía creer. Llamé a mucha gente para confirmarlo y no quería aceptarlo, hasta que al final me pasaron lo que expresó el Presidente de la República en Twitter y lo confirmé. Igualmente me costó asumirlo, porque era una persona que estaba muy bien, en plena actividad. Yo le tenía mucho aprecio a Jorge. 
-¿Cómo conoció a Larrañaga?
-Lo conocí de niño, mi padre era muy amigo de su padre. Cuando él era niño ya lo habían apodado «el guapo», su padre fue fundador del Hipódromo de Paysandú. Teníamos 7 años cuando nos conocimos, formamos una amistad muy grande que luego se fue complementando con la actividad política. Cuando él era Intendente de Paysandú, en el segundo período, él procuraba formar una agrupación nacional y yo le dije que acá en Salto lo apoyaba. Se hizo una reunión frente al Centro Médico, en Artigas 926 donde yo tenía el estudio, y él vino con dos ediles de Paysandú. Después me llamó un día para saber si lo acompañaba a Artigas, a una reunión con la Comisión Departamental de Artigas, y acepté. Recuerdo que me dijo que a las 6:30 de la mañana del domingo estaba en la puerta de mi casa y así fue. Después se hizo una reunión con dirigentes de varios departamentos en las Termas de Guaviyú. Por último, una reunión en abril del año 1996 en Montevideo, donde había gente de todo el país y así se creó el movimiento de Alianza Nacional que ha llevado al partido a grandes instancias.
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LARRAÑAGA GANÓ LA INTENDENCIA Y BAJÓ 18 DE
JULIO EN UN CARRO DE UN VENDEDOR DE LEÑA”
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-¿Qué recuerdos guarda de esa época de militancia?
-Él lanzó su candidatura nacional y lo apoyamos. El acto final de Larrañaga cuando ganó por primera vez, lo hizo en el barrio Sacra, un barrio humilde al sur de Paysandú. Cuando terminó el discurso, un muchacho que tenía un carro donde vendía leña, le dijo «el día que vos ganes te vas a olvidar de nosotros» y Larrañaga le respondió «si yo gano la Intendencia voy a bajar calle 18 de Julio en ese mismo carro junto a vos». El muchacho hizo un gesto de duda, como que no le creyó. Larrañaga ganó la Intendencia de Paysandú y bajó en el carro de ese muchacho. La Intendencia de Larrañaga fue impecable en cuanto a obras, una administración excepcional, transparente con una recolección y barrido excelente. Los caminos rurales estaban muy bien, fue un gran intendente. Todo eso lo logró a base de esfuerzo, él siempre a primera hora de la mañana estaba en la Intendencia y era de noche y todavía seguía allí, y si tenía que ir a Quebracho, Guichón o Tambores 2 o 3 veces en la semana, iba a la hora que sea, no era un intendente de escritorio, él estaba arriba de todo y los funcionarios se sentían respaldados. Todo eso hizo que él se fuera convirtiendo en un referente político del departamento.
-¿Era amante de los caballos?
-Tenía cosas que eran muy propias de él, comenzó el encuentro con el patriarca que se hacía en auto cuando era el aniversario de nacimiento de Artigas y la gente viajaba a la Meseta de Artigas. Él propuso hacerlo a caballo. Y el primer año, era Larrañaga integrando la aparcería, eran 10 o 12, después ya eran 100, ahora son miles y aparcerías de todo el país van al lugar. Un día decidió ir a Asunción del Paraguay a caballo, hubo gente de Salto que fue y estas son cosas que lo hace quien lo siente mucho. Jorge Larrañaga era un gran artiguista, todo eso él lo hacía porque no quería que el homenaje a Artigas fuera algo burocrático, sin contenido, quería que fuera una cosa fuerte para que llegara el mensaje de Artigas y que no sea rutinario. 
-Larrañaga tenía ideas Wilsonistas. Ustedes lo conocieron a Wilson Ferreira.
-Sí, el padre de Jorge, el Dr. Larrañaga que fue diputado en 1966 hasta 1971 y era compañero de Wilson en la lista 400, fueron fundadores de la lista 400. Así que ya venía una amistad de muchos años. Jorge fue un wilsonista muy convencido y difusor de esas ideas, muy vivido. Ese mensaje de Wilson Ferreira, Jorge lo llevó adelante siempre. 
-¿Por qué cree que Larrañaga nunca pudo lograr la Presidencia? Apoyo no le faltaba.
-En las elecciones a lo largo de la historia, muchas personas merecieron ser Presidente de la República y no lo fueron. A veces uno mira una elección y piensa que tal candidato tuvo que haber ganado, pero no fue así. Son circunstancias que se dan en los períodos previos a las elecciones y que deciden una elección, independientemente del merecimiento o la capacidad del candidato. Pero esto muestra otra faceta de Jorge, una virtud que algunos le llaman resiliencia, yo diría estoicismo. Él nunca se vio afectado por los hechos o circunstancias, eso hizo que la gente lo valorara más y todas las personas, dirigentes de todos los partidos, hablan de Jorge Larrañaga como una persona leal, frontal y muchos que son adversarios de otros partidos afirman que él les daba consejos. Jorge era así, no era un enemigo de la comunidad, no le interesó los bienes materiales ni la fortuna, pero sí el trabajo. Siempre estaba primero si se trataba de esfuerzo, lo admiraban por eso, porque era el primero en salir y el último en dejar de trabajar. Se sentía de la misma manera en el Palacio Legislativo o en Casa de Gobierno, si tenía que entrevistarse con el Presidente, o Ministros o en alguna embajada, él se sentía de la misma manera en un almacén de barrio. En todos lados tenía con la gente el mismo diálogo, con la misma llegada y con el mismo cariño que lo hacía con cualquier persona. Y en la campaña parecía que se sentía más cómodo con la gente. A veces una elección no es justa con la capacidad y méritos de una persona. Sin haber ganado la Presidencia de la República, varios ex presidentes le reconocen la voluntad y que él dejaba todo. 
-Hay quienes dicen que Larrañaga fue el último caudillo del Partido Nacional. ¿Coincide?
-Muchas veces se dice eso. Recuerdo en el año 1968 el Partido Nacional venía de perder las elecciones en el 1966, cuando se reformó la constitución y pasamos a un régimen presidencial con el General Óscar Gestido y un grupo de blancos jóvenes decidimos entrevistar a un viejo dirigente del partido, porque veíamos inquietud y queríamos saber si teníamos palabras de orientación para trabajar. Este viejo dirigente nos dijo «el partido está vivo, falta un líder y va a aparecer porque la fuerza del partido está intacta, falta solamente un líder que lo levante». Entonces el caudillo que aparece y fue definido una vez por un dirigente blanco como «huracanes del destino». Yo al principio esa definición me causó mucha impresión, pero después, reflexionando, tenía razón, los caudillos son huracanes del destino, porque mueven no solo al partido sino a todas las colectividades políticas, porque es un referente de esas banderas que a veces están apagadas, se inflaman por lo que ese caudillo despierta. Wilson fue así, no se dice que no hay más caudillo, estuvo Jorge Larrañaga y otro seguramente va a aparecer, porque en cada partido hay vivencias, historias, un relacionamiento y una cercanía con la gente que hace que ese caudillo que de repente demoró años en aparecer, aparece. Estoy seguro que en el Partido Nacional va a aparecer.
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LIMA ES UN INTENDENTE MUY TRABAJADOR, PERO SU ADMINISTRACIÓN ESTÁ ENDEUDADA”
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-¿Cómo ve el Gobierno de Luis Lacalle Pou?
-Me parece que a pocos días de asumir se encontró con el problema de la pandemia y eso generó limitaciones muy grandes desde todo punto de vista. Además por algo absolutamente impredecible y nuevo, que nadie sabe las consecuencias sanitarias que tiene, ni cuáles son las vacunas buenas o cuánto va a durar esa inmunidad. Las variantes o virus nuevos, nadie afirma que no habrá nuevas variantes, todo eso está jugando y hay sectores que están sufriendo tremendamente desde el punto de vista económico. Gente que ha perdido su trabajo, que fue al seguro de paro, todo eso está enfrentando el Gobierno Nacional; además ya venía una situación complicada cuando asumió, no estábamos en la mejor situación cuando Lacalle Pou asumió. Enfrentó todo eso y creo que lo está haciendo bien. Se rodeó de los científicos que lo asesoran, el gabinete actúa de buena forma, todo el equipo económico se maneja bien creo que todos ponen de su parte para tratar de sobrellevar la situación. Hay distintas opiniones acerca de lo que hay que hacer, pero dentro de todo, los índices de aprobación que tiene el Gobierno Nacional muestran que está trabajando con conciencia, responsabilidad, dedicación, ante una circunstancia totalmente nueva y donde todo es una incógnita.
-¿Y la Intendencia de Salto?
-En la Intendencia de Salto hay que reconocer que Andrés Lima es muy trabajador. Él está recorriendo el departamento permanentemente, eso también tiene su mérito, pero no se puede hablar como hablábamos de Jorge Larrañaga. Larrañaga también recorría todo el departamento, estaba en contacto siempre con todos, no solo con los empleados municipales, sino también con la sociedad sanducera, trabajadores, empresarios, estaba en todos lados. Su administración fue hecha con gran responsabilidad fiscal, se realizaron muchas obras. Paysandú estaba impecable por donde se lo mirara y en cuanto a servicios también, pero Larrañaga no se endeudó, todo lo que hizo lo hizo dentro de los márgenes de su presupuesto, fue eficiente en el gasto. Sin embargo la intendencia de Salto atraviesa una situación muy delicada desde ese punto de vista.
-¿Es un aspecto que condiciona el futuro electoral?
-Las intendencias que fueron muy buenas en Salto, desde el punto de vista del manejo de los recursos y estricta en gastos, como la que presidió el Consejo Departamental con el Dr. Juan Carlos Rocca, que fue realmente ejemplar porque tomó la intendencia muy endeudada y la entregó sin deudas, perdieron la elección. El Arquitecto Néstor Minutti hizo una intendencia impecable también, su hermano Eduardo Minutti hizo una intendencia digna de todo elogio, hizo obras, administró bien y dejó la caja de la intendencia con superávit y perdieron la intendencia. Uno piensa que cuando viene la elección, la ciudadanía que vota, ¿En qué criterio se basa para votar? A esa interrogante, cada persona la responde a su manera, pero parecería que la buena administración, incluso con obras, no es un factor determinante en el voto de la ciudadanía. 
-Actualmente. ¿Cómo es su vida? ¿Qué le gusta hacer?
-A mí siempre me gustó leer, lo hago y mucho. También siempre me gustó el deporte, pero a mi edad es imposible. Lo sustituí hace algunos años cuando comencé a estudiar piano, me encanta la música. Canté en el coro de la escuela, no canto muy bien pero me gusta. Estoy haciendo un curso de inglés, ya había hecho uno en el Anglo y ahora nuevamente comencé. Tengo dos hijas, Agustina que ya es casada y tiene un hijo y tengo otra hija que es casada y vive en Suiza, eso me motivó un poco más a aprender inglés. Algún día podremos ir a Suiza y quisiera desenvolverme en el idioma, entrar a un comercio, espectáculo, galería o lo que fuera y poder hablar inglés.
-¿Su pasión por el turf?
-Sí, es una actividad muy atrapante. Tengo un caballo que se llama “Baladán” y le puse el nombre en recuerdo a un fotógrafo de origen europeo que era todo un personaje en la Plaza de los Treinta y Tres. Es un caballo muy bueno que nos ha dado muchas alegrías.
-¿Sigue siendo un hombre de consulta del partido?
-Acompañé la lista de Pablo Bonet y Pablo Williams junto a Jorge Larrañaga en esta última elección. Son buenos amigos, buenas personas y buenos dirigentes. Tienen juventud. Jorge motivó, al igual que Wilson, a muchos jóvenes que se incorporaron a la vida política. Con sus aportes consiguió que a la gente le gustara la política, el verbo más importante en la política es “creer”, la gente lo acompañaba porque creía en él. Jorge tenía eso y Wilson también, me parece que es algo que le hace bien a la política, que aparezca gente creíble, transparente, leal y franca.