sábado 18 de mayo, 2024
  • 8 am

SMS manifiesta agotamiento en personal de la salud y pide a la población mayores cuidados

Por Karina De Mattos.
Dada la alta tasa de contagios de covid-19 en el departamento, sumado a la gran ocupación de salas médicas en todos los centros de salud y la escasez de camas, CAMBIO consultó detalles de la situación al personal médico. La palabra indicada la tuvo la Dra. Gabriela González, quien actúa como Secretaria en el Sindicato Médico de Salto.
-¿Cómo está trabajando el personal médico en el panorama actual?
-La semana pasada emitimos un comunicado por varios motivos, primero porque estamos atorados de trabajo, está saturado todo, hay que entrar en una puerta de emergencia para ver lo que están pasando los compañeros. Además trabajando bajo presión desde todo punto de vista, porque la población y la situación lo demanda. Incluso sucede que tenemos que cubrir lugares de compañeros por distintos motivos, o sea que estamos saturados en cantidad de trabajo.
Y por otro lado atendiendo la situación de la gente porque están en sus casas asustados y enfermos, solos, porque esta es una enfermedad que determina que las personas la transcurran dentro de su núcleo familiar, y si no lo tienen, en soledad, y sin una conexión fluida y clara con la salud. Por lo que es sumamente entendible el reclamo de los pacientes.
Esto es un círculo vicioso en el que todos tienen razón y no encontramos la salida, la válvula de escape para decir, hacemos esto y lo solucionamos. La verdad es una situación muy complicada.
-¿La vacunación no es esa válvula de escape?
-Al ritmo de vacunación que vamos, para llegar a un 70 por ciento de población vacunada de Uruguay, por lo menos nos va a llevar tres a cuatro meses más. Y si esto sigue así en los meses venideros evidentemente la situación va a seguir empeorando.
-¿Llegó tarde la vacuna al país?
-La única arma con la cual contamos en Uruguay es la vacuna. Porque después otras medidas que se han tomado en otros lados no se han planteado ni instrumentado en nuestro país. Entonces si la vacuna es nuestra única arma para luchar contra esto obviamente que hubiera sido mucho mejor que llegara mucho antes. Eso es una realidad.
-Por la ocupación de camas ¿Existe la posibilidad o necesidad de necesitar un hospital de campaña?
-Tal vez en algún momento sea necesaria esa situación. El tema es que hay más infectados, hay más enfermos y se necesitan más lugares de internación. Hay gente que está transcurriendo la enfermedad en su casa y de pronto sería mejor que estuviera internada, pero hay lugares finitos. Personalmente creo que antes de llegar a eso sería mucho mejor invertir en el seguimiento de los pacientes. Poner mayor número de recursos humanos para el control de las personas de forma adecuada y no tardía. Sería mucho mejor que se invirtiera en saturómetros, que son aparatos muy sencillos que se usan para medir el oxígeno en sangre de las personas. Entonces usando eso en domicilio se tiene tranquilidad clara de que su enfermedad está transcurriendo en parámetros que le permiten estar en su casa.
-¿Es preocupante la situación de los recursos humanos?
El cansancio, porque los compañeros no duermen, no descansan. Se van a sus casas con la angustia de todo lo que se ve y lo que no se puede hacer y situaciones en las que se intentan salvar vidas y están más allá de lo que el médico puede hacer. Realmente los compañeros están haciendo todo lo que pueden y más allá de su capacidad física, mental y espiritual, es conmovedor ver la forma en que trabajan.