La Sociedad Uruguaya de Pediatría aconseja a los padres a que lleven a vacunarse a sus hijos contra el coronavirus, ya que está comprobado científicamente que la vacunación protege a esa franja etaria y contribuye además en la inmunidad comunitaria. Los pediatras opinan que hay que vacunarles en base a su protección individual frente a esta enfermedad que, aunque en general la cursan de manera leve y la letalidad es «extraordinariamente baja», en ocasiones puede complicarse, sin olvidar que ahora mismo esta franja presenta la incidencia de transmisión más alta. También creen que se les debe vacunar para conseguir y mantener espacios educativos seguros, que permitan la normalización de la escolarización y las relaciones interpersonales de los niños, con el consiguiente bienestar psicoemocional.
NO TEMER DE LA VACUNA
La vacunación en los niños contribuye además a lograr la inmunidad de grupo que facilita la disminución de la circulación del SARS-COV-2 y la aparición de nuevas variantes. Con una eficacia del 90,7 %, la vacuna pediátrica es segura, cuyos efectos secundarios han sido leves y se han limitado a dolor e hinchazón en el sitio de la inyección, cansancio y fiebre poco elevada. Han aparecido algunos casos de miocarditis, un efecto secundario no detectado en los ensayos clínicos, con una frecuencia de 1-5 casos por cada 100 000, aparece, sobre todo, entre los 2 y 4 días después de la segunda dosis y ocurre con más frecuencia en varones de 16-29 años de edad. Pero, aun considerando esta complicación, «el balance beneficio/riesgo es netamente favorable a estas vacunas en los niños.
ADOLESCENTES EN UNA MESETA
Los adolescentes que se dieron la primera dosis y segunda dosis y aguardan por la tercera, han entrado en una especie de meseta de inmunidad, por eso se explica en parte la cantidad de casos que se han detectado en esta franja etaria en Salto.
