viernes 29 de marzo, 2024
  • 8 am

Los perros de Armando: No es fácil

Armando Guglielmone Educador canino – Instructor etólogo Representante de Ovejeros Alemanes Von Schutzmann Contacto: 098 539 682
Los perros son por lejos los animales de compañía más populares en el mundo pero también a los que más se les exige, deben ser limpios, obedientes, ladrar poco y alguna cosa más. Recuerdo hace años una persona que me pidió que lo visitase pues quería un perro para su hija y quería que lo aconsejase, ahí me presentó sus demandas en cuanto al perro las cuales eran que no ladrara en lo posible, que fuera pequeño, que comiera poco y no requiriera demasiada atención; le expliqué que naturalmente los perros ladran como un mecanismo instintivo de aviso por variados motivos y el erudito este me dijo que a él no le importaba eso pues a los perros tirándoles pimienta en spray se los dejaba fuera de acción por más que ladraran y que él no necesitaba eso, sintiéndome ya casi sin paciencia y con la mayor educación posible le dije que no lo tomara a mal pero que lo que mejor que le convenía era una tortuga y me fui.
Tener un perro es tener trabajo, requiere de paciencia, inversión en dinero y sobre todo en tiempo, me resulta satisfactorio cuando un dueño me hace infinitas preguntas sobre su perro pues me doy cuenta que está determinado a tomarse la tarea de aplicar lo que le aconseje en cuanto a su compañero.
Si lo que nos incomoda es la etapa de cachorro optemos por un perro no tan pequeño de edad así será más fácil ya que la etapa de mayor fragilidad sanitaria habrá pasado y el comportamiento destructivo, inherente al cachorro, habrá mermado.
Disfrutar de un perro, de su mera compañía, nos debería provocar agrado, estar sentados tomando mate junto a un perro quita la sensación de soledad, nos hace sentirnos queridos y protegidos o protectores en función de cuál sea el perro, no debería ser una molestia sino más bien una satisfacción.
En el preciso momento que escribo esta columna estoy rodeado de mis perros, sin personas alrededor pero enormemente acompañado, están todos descansando pero el solo hecho de mirarlos tan relajados me hace saber que están a gusto y felices, tener un perro para tenerlo atado en el frente de la casa como mera alarma podrá sernos útil como advertencia pero no nos hace un buen propietario.
Siempre presto atención en los indigentes que están acompañados por sus perros, aún con las carencias consabidas generalmente siempre les proveen del cariño que hace que estén unidos a ellos, tal cual como hace 10 000 años.