sábado 18 de mayo, 2024
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Servicios de barrido y riego en el Salto Oriental

Por Cary de los Santos Guibert.
SE ESTABLECEN LOS CARROS DE RIEGO
El cronista salteño, profesor Arturo Aníbal Gagliardi, en su libro “En el Viejo Salto”, sobre el riego de las polvorientas calles salteñas de antaño, escribió: “…Salto, como en las grandes Capitales de aquel entonces tuvo sus carros de riego. Y eran más grandes que en cualquier ciudad del mundo, comentaban los que habían viajado. La capacidad de sus tanques era enorme lo que permitía cargar y regar mucho refrescando los céntricos vecindarios por la tarde, evitando el polvo que levantaban los caballos y carruajes…”.
En 1890 la Junta Económica Administrativa del Departamento del Salto, había dispuesto que los vecinos procedieran dos veces a la semana a realizar el barrido de las calles de la ciudad, en la parte que le correspondía al domicilio de cada ciudadano. Sin embargo, dos años después, en el verano de 1892, se establecieron en el Salto Oriental, los llamados “Carros de Riego”. El servicio estuvo a cargo del Sr. Platero, que había ganado una licitación ante la Junta Económica Administrativa del Departamento de Salto. Sin embargo, los carros se siguieron usando por largos años, inclusive se llegó a utilizar un tipo de galgo de 2 ruedas muy grandes, como el que tenía la Barraca Americana, para el transporte de las grandes vigas que venían desde la selva misionera en forma de jangada.
REGLAMENTACIÓN DE BARRENDEROS
El 1 de junio de 1909, el Dr. Marcelino Leal – primer Intendente del Salto – reglamenta el “Servicio de Barrenderos de Cuadrillas”, y de los carritos de mano, de la siguiente forma:
“1 – Los barrenderos de la cuadrilla trabajarán todos los días hábiles de las 6 de la mañana hasta las 10 y de la 1 de la tarde hasta las 5 y los días festivos desde las 6 á las 11 a.m. con excepción de los días Domingos que están libres del servicio.
2 – En los días de lluvia ó de mal tiempo que impida éste servicio se dedicarán al carpido u otro servicio que el Inspector determine.
3 – El capataz del personal del barrido está obligado á presentarse todos los días á las 9 a.m. y a las 3 de la tarde en la Oficina para comunicar novedades como para recibir instrucciones.
4 – Los barrenderos de los carritos de mano empezarán el servicio todos los días hábiles y festivos, desde la 6 de la mañana á las 11 y de la 1 á las 5 de la tarde con excepción de los días Domingos que trabajarán de 6 á 12 a.m.
5 – El peón que falte al servicio sin mandar un suplente, causa una irregularidad, como perjudica la delicada marcha del servicio de limpieza pública, por consiguiente dará lugar á que sea destituido de su puesto.
6 – El peón que falta á su servicio y aunque mande suplente no justificare que su falta responda á fuerza mayor será igualmente destituido de su empleo.
7 – Los barrenderos de los carritos de mano al dejar su servicio, de mañana deberán llevar sus carritos al Corralón de la Comisaría para recogerlos al servicio de la tarde y al terminar este último servicio deberán llevar sus carritos y herramientas al Corralón Municipal, la falta de cumplimiento de esta obligación hará lugar que sea destituido de su empleo previo conocimiento y aprobación del Sr. Intendente Municipal”.
RESOLUCIÓN SOBRE LIMPIEZA
El 30 de diciembre de 1911, Don Manuel C. Jaccottet – Presidente de la Junta Económica Administrativa- comunica al Intendente Municipal – Dr. Marcelino Leal- la resolución tomada sobre la limpieza de las calles principales de la ciudad:
“…Comunico a Ud. que la H. Junta en sesión fecha de ayer resolvió que por intermedio de su autoridad ejecutiva se proceda de inmediato á hacer cumplir por parte de los propietarios las ordenanzas en vigencia sobre limpieza de las aceras y cordones, eliminando las yerbas y pastos que en ellas se notan – y que la Intendencia por su parte proceda á hacer cortar las plantas de abrojos que existen en varias calles céntricas de la ciudad, lo mismo respecto de los yuyales que en las mismas se notan…”
SERVICIO DE RIEGO Y BARRIDO
En 1913 a cargo de Salubridad e Higiene del Municipio Salteño estaba el “Servicio de Barrido”. Dicho servicio se efectuaba en esa época en las calles centrales de la ciudad y en aquellas de más tráfico. Las demás calles se atendían cuando lo requerían las necesidades más urgentes de la limpieza, y esto sucedía por el motivo de que en esa época el municipio no contaba con los recursos necesarios para mantener una cuadrilla numerosa que fuera capaz de realizar el trabajo de la limpieza en un radio mayor, y en forma permanente. Sin embargo, la cuadrilla en esa época había incrementado en 7 peones más, llegando a conformar un total de 18 peones que estaban encargados de cumplir con dicho servicio. La cuadrilla, durante la noche, se encargaba con dos barrenderas y escobillones de realizar el barrido previo riego de las calles que se limpiarán. Durante el día, con 10 carritos de mano -que eran idénticos a los que se utilizaban en Buenos Aires- se recogía de las calles centrales de la ciudad la basura que se producía después del barrido nocturno. El “Servicio de Riego”, en esa misma época, era atendido por dos regadoras que eran sumamente pesadas, grandes e incómodas, y que el Intendente del Salto tenía la idea de sustituirlos por depósitos y vehículos, más chicos, livianos y manuables.
Continuará en la próxima edición.