sábado 18 de mayo, 2024
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Actuación de la concertista Esmeralda Cervantes y el stradivarius de Saturnino Ribes en el otoño de 1881

En una noche otoñal de 1881 en el teatro Salto, actuó la célebre concertista y prodigiosa arpista catalana Clotilde Cerdá y Bosch, más conocida por su seudónimo artístico «Esmeralda Cervantes». En esa oportunidad, Esmeralda fue acompañada por el dulce sonido del Stradivarius del armador vasco francés «Saturnino Ribes». Clotilde nació un 28 de febrero de 1861 en Barcelona. En su infancia demuestra ser prodigiosa del arpa: con 4 años tiene especial interés en la música, y cuando aún no había cumplido los 12 años de edad debuta en la orquesta de Johann Strauss II en la Exposición Universal de Viena en 1873, allí presenciaron y escucharon su arpa Víctor Hugo y la reina Isabel II de España. A los 14 años, es nombrada profesora honoraria de arpa en el Conservatorio del Liceu (la escuela de música más importante de Barcelona).
ÉXITO MUNDIAL
Obtiene un gran éxito y prestigio mundial, siendo admirada por los grandes músicos, artistas e intelectuales de su época, llegando a actuar ante monarcas y presidentes de su época (Luis II de Baviera, Rey Alfonso XII, Porfirio Díaz, fue arpista del palacio de Callenberg de los duques de Sajonia-Coburgo en Montecarlo, y trabajó como profesora de arpa y piano del harén del sultán Abdul Hamid Khan II en Turquía, etc.) Dió concierto en los mejores teatros europeos y americanos (tenía 15 años cuando conquistó los escenarios y tablas de Estados Unidos de América). Fallece el 12 de abril de 1926 en Santa Cruz de Tenerife.
PASIÓN POR LA MÚSICA
Saturnino Ribes, quizás la conoció y escuchó por primera vez a Esmeralda Cervantes, en 1873 en su participación en la Exposición Universal de Viena. Los dos eran masones, tenían la misma pasión por la música, y además, los dos cultivaron en su vida la caridad. Es sabido por todos, que la ama de llaves de Saturnino Ribes, doña Sebastiana Gastiondo de Uriarte, hacía donaciones benéficas con el dinero del armador vasco francés, y que el propio Saturnino, se preocupaba por la formación del personal de los astilleros, enseñándole música y enviándolos a la Escuela Hiram, para una formación integral, y a quienes tenían condiciones especiales e interés en una formación técnica los enviaba a Escocia.
AGASAJO
¿Ustedes llegaron a pensar alguna vez? qué Saturnino Ribes, tenía que ser un eximio violinista, para haber acompañado musicalmente a una de las mejores concertistas de la época a nivel mundial.
Fotografía publicada en la crónica «El Primer Ferrocarril a la Frontera» de José María Fernández Saldaña, diario El Día. Su autor refiriéndose a la inauguración del puente ferroviario del Yacuy, dice: «Organizada la comitiva que desde el Salto se trasladaría a Yacuy a inaugurar el nuevo puente Esmeralda Cervantes que había ganado la general simpatía de la ciudad, fue especialmente invitada a participar de la excursión.
Y cuando hubo de buscarse una madrina para la ceremonia inaugural, la unanimidad de los sufragios, femeninos y masculinos, estuvo por la aventajada artista.»


Investigación Cary de los Santos Guibert