La obligación del pase verde para poder concurrir al fútbol es parte de un futuro incierto, como la propia realidad en que vivimos.
La última definición que sus creadores y propagandistas dan en su cambiante discurso sobre la vacuna, es que no inmuniza, es decir, no evita contagios, sino que minimiza riesgos de la enfermedad al contraerla. Entonces la obligación de pase verde es sentido.
Muchos quedaremos sin poder asistir a los eventos que acostumbrábamos por una voz oficial que no permite debate sino que baja el martillo.
El presidente de la Liga de Florida, Cirpriano Curuchet, agregó otra razón en una radio local: «No se trata del pensamiento que tenga cada persona sobre las vacunas, se trata de una cuestión que hace a la libertad de cada individuo. Estamos absolutamente en desacuerdo con el mecanismo del pase verde, entendemos que es discriminatorio. Si ésto se concreta voy a poner mi cargo a disposición».
