jueves 9 de mayo, 2024
  • 8 am

“La vocación por la comunicación la tuve desde niña y el amor por lo que uno hace siempre suma”

Por Melisa Ferradini
Andrea Zunini es comunicadora de vocación, espíritu, alma y profesión. Está casada con Rodrigo Rivas hace 25 años. Es mamá de Germán (20) y Magdalena (16). Estudió en Universidad Católica del Uruguay la carrera de Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social donde obtuvo su título. Actualmente se desempeña como Consultora en Comunicación Organizacional en organizaciones como el Club Remeros y el Centro Médico de Salto. También se dedica a la actividad comercial es socia de su esposo en la tienda Santino. El trabajo comunicacional la ha llevado a tener contacto permanente con las personas eso la ha motivado a comenzar a estudiar la carrera de Psicología en la UDELAR que sin el apoyo de su familia no lo hubiera logrado. En esta entrevista la comunicadora confiesa la vocación que siempre ha tenido por esta profesión y se confiesa feliz de estudiar psicología, actividad que la vive como una experiencia muy disfrutable.
-¿Qué le motivó a elegir su profesión?
-La vocación por la comunicación creo que la tuve desde siempre, desde niña. El hecho de ser muy conversadora y extrovertida, más el gusto por la lectura y la escritura, fue lo que me hizo orientarme hacia esa hermosa carrera que es la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Lo hice en un momento en que se la conocía muy poco y generaba por eso razón cierta incertidumbre respecto a su salida laboral, pero en lo personal, nunca lo vi como un problema, y pude desarrollarla en forma paralela a la construcción de mi familia, sin que fuera un impedimento para estar cerca de mis hijos. Siempre le voy a estar muy agradecida a mis padres por haberme dado la posibilidad de estudiar.
-¿Qué objetivos tenía cuando comenzó sus estudios universitarios?
-Aprender mucho en primer lugar. Al principio tuve la intención de especializarme en periodismo escrito, y de hecho lo hice, pero también me entusiasmé mucho por el mundo de la publicidad, y tuve la posibilidad de especializarme también en esa área. Pero a la hora de realizar la tesis de Licenciatura, elegí el área de Comunicación Organizacional, que en ese momento no había especialización (hoy sí la hay) y ya llevo más de 20 años trabajando principalmente desde el rol de Comunicador organizacional.
-¿Qué le permitió a usted realizar este camino en el mundo de la comunicación de forma fructífera y ahora estudiar psicología?
-Realmente me siento muy agradecida por haber tenido desde que era estudiante la posibilidad de trabajar en lo que más me gusta. Creo que la vocación y el amor por lo que uno hace es algo que siempre suma, que se nota y que quien te contrata lo valora. El desarrollo profesional en el área de Comunicación Organizacional te hace trabajar muy de cerca con la gente, a nivel de comunicación interpersonal, por eso el año pasado hice un posgrado en Gestión de Equipos, a través de la Facultad de Psicología de la Universidad Católica.
La experiencia fue por demás positiva, por eso me entusiasmé, y con el apoyo de mi familia, este año empecé a cursar Psicología en la UDELAR, con el mismo ímpetu que cuando tenía 18 años y empecé con Comunicación. Las ganas de aprender son las mismas, me entusiasma de igual manera el desafío, aunque confieso que estudiar de adulto es una experiencia mucho más disfrutable, al menos así lo estoy viviendo yo.
-¿Cómo estimularía a otras personas a estudiar, a seguir su vocación e ingresar a la Universidad?
-Sé que a veces las ganas de ingresar a la Universidad no son suficientes para poder hacerlo, que entran en juego muchas variables. Pero si esas variables se pueden dar y lo que puede llegar a frenar esa decisión son los miedos, mi invitación siempre es a animarse e intentarlo.
Entiendo que estudiar de grande, en otra etapa de la vida, es un desafío doble, pero siempre se está a tiempo de hacerlo. Me sorprende que muchas personas cuando se enteraron de esta decisión de volver a cursar una carrera a esta edad, lo vean como algo digno de admiración, porque para mí es un gran privilegio, no es ningún sacrificio, todo lo contrario. Por otro lado, me sentí muy bienvenida, somos muchas las “mamis” en mi clase, y se ha generado un intercambio muy lindo con el resto de los compañeros, que los hay de todas las edades. Realmente es un grupo muy solidario y los profesores y todo el equipo de la UDELAR también, nos han dado un apoyo enorme en este contexto de virtualidad.
-¿Cuáles son las razones principales por las que una empresa ha de contar con una estrategia de comunicación?
-Más que con una estrategia de comunicación, creo que hoy en día, una empresa o cualquier organización, aunque no tenga fines de lucro, sabe lo importante que es comunicarse bien con los públicos con que interactúa. Y esto se da tanto a nivel externo, con clientes o usuarios, como a nivel interno con sus equipos de trabajo.
Esa necesidad que se ha vuelto tan tangible, ha incrementado la inserción de Comunicadores Organizacionales en el mundo laboral. De hecho mi hijo Germán se está especializando en esta área en la Universidad Católica, cursando su tercer año de la carrera, y es de las especializaciones que viene en aumento por esta razón.
Las organizaciones se dieron cuenta de lo importante que es comunicarse bien para lograr sus objetivos y para ofrecer un mejor clima de trabajo. Y afortunadamente muchas comprendieron que para lograrlo precisan ayuda profesional.
-¿La pandemia ha presentado nuevos desafíos a las empresas en materia de comunicación?
-Sin duda, el trabajo a distancia, la redacción e implementación de protocolos sanitarios, el desarrollo de canales de ventas online, son algunos ejemplos que se han dado y que han implicado una serie de desafíos comunicacionales en distintos niveles.
-¿Cuál es su hobby favorito?
-Este año ha vuelto a ser el estudio. Pero también disfruto mucho salir a caminar con mi esposo y mi perra Hanna.