Por Mario Sancristóbal
Quienes trabajan en los medios de comunicación tienen una vida con muchas vivencias y CAMBIO mantuvo contacto con Oscar Amaral a quién preguntamos cómo fueron sus inicios desde cuándo está vinculados a los medios y en qué lugares ha desempeñado tareas. “Un domingo de tarde a finales de los 70 con compañeros del liceo 3 fuimos a una discoteca que hacía matiné bailables en el CRES. Cuando llegamos la luz del sol desaparecía y surgían luces de colores acompañadas por la música de Bee Gees, Donna Summer o Gloria Gaynor y me encantó descubrir ese mundo. Salí decidido a convertirme en disc jockey y lo hice primero en forma artesanal con amigos, luego como empleado en discotecas y también organizando alguna fiesta o co-dirigiendo alguna aventura como empresario en un boliche
UN MUNDO QUE LO ATRAPÓ
Amaral sostiene que “para ser exitoso en una disco o como organizador de fiestas era casi imprescindible tener un programa en la radio además de contar con la publicidad en los medios. Y fue así que comenzó la aventura en la radio, en el año 1982 en Paysandú y Artigas y un año después en Salto. Y eso fue más atrapante que la noche del fin de semana porque sentí que la radio era el escalón superior a la magia. Un año después pase de ser conductor de programas de música joven a informativista de Radio Tabaré y un año más tarde locutor en el canal de televisión. Y casi sin darme cuenta y algunas capacitaciones llegó el periodista y el productor casi como explorando todas las formas de la comunicación porque hice de todo pudiendo aprender de una generación de compañeros mayores que no conocían el significado de la palabra egoísmo y que además parecía que les encantaba enseñar”.
“MIS EXPECTATIVAS SON SEGUIR DISFRUTANDO DE LA RADIO”
La lista de lugares donde he trabajado fue en Radio Tabaré, luego en Canal 8, Radio Libertadores, Emisora del Éxodo, Mundo FM y finalmente en mi casa actual América CNN. Le consultamos cuáles son sus expectativas y si recuerda alguna anécdota y nos dijo “Las expectativas son seguir siendo feliz con lo que hago, que no me saquen la radio ni la libertad para trabajar porque no sabría qué hacer si no la tengo. También poder seguir disfrutando de los afectos siempre aprendiendo para estar en línea con los avances de la tecnología y tratar de entender lo cambiante de la mentalidad de la gente. Quizás después en otra etapa compartir experiencia y valores y en algún momento dar un paso al costado para no entorpecer lo que se viene.
LA VISITA DE JUAN PABLO II
La anécdota que recuerdo es cuando el Papa venía y daba una Misa en Salto y me comunica el director de Radio Tabaré que yo estaba en el equipo encargado de la transmisión. Además me informa que la emisión de la radio iba a ser tomada en Cadena Nacional y que además una emisora latina de Estado Unidos también la tomaría. En ese entonces leía el informativo y participaba en alguna conferencia pero sentí que podía ser mi consagración como periodista. Llega el día y yo estaba esperando la oportunidad cuando de pronto el Papa rompe el protocolo de seguridad y se acerca a bendecir a un grupo de niños que estaban en silla de ruedas cerca de nuestro puesto de la radio ni lo pensé, salté el vallado con la idea de lograr captar lo que decía Juan Pablo II. Resultado, nunca supe cómo y de donde salieron tantos hombres impecablemente vestidos que pegaban de manera contundente y tan diplomáticamente que nadie se percató del hecho, menos yo que recibí una dosis importante. Y así culminó mi fallido intento de consagrarme.
