sábado 4 de mayo, 2024
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Regularizar asentamientos

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
Uno de los temas obsesivos del Presidente Lacalle Pou, no de ahora sino desde que fue diputado, y promesa de la campaña electoral en la cual hizo especial hincapié, ha sido la erradicación o en su caso, la regularización de los asentamientos. Los asentamientos irregulares son conjuntos de viviendas que han sido construidas y financiadas por sus ocupantes, y que se encuentran en tierras fiscales o privadas que no son propiedad de los dueños de las viviendas. El tema es, en verdad, muy complejo y comprende problemas políticos, jurídicos, sociales y económicos, que interactúan entre sí. La tierra ha sido invadida ilegalmente; en algunos casos los lugares no son aptos para poblarlos y seguramente habrá que expropiar otros que sí lo sean; hay que pensar en los servicios elementales; en la educación de niños y adolescentes; en la seguridad de esos lugares; en fuentes de trabajo para los jefes o jefas de hogar; en asistencia psicológica; y en un sinfín de soluciones que dependerá de la realidad de cada lugar. Solución que, por lo demás, va a llevar mucho tiempo. Tal vez más de lo imaginamos, aunque el Presidente adelantó que la erradicación de viviendas precaria llevaría unos diez años. No olvidemos que hay entre 150.000 y 190.000 compatriotas que viven en asentamientos en condiciones precarias, originadas en realidades que sobreasan fronteras, y por la incapacidad de gobernantes insensibles, que en muchos casos, incentivaron estas verdaderas empresas de la pobreza.
Para financiar semejante propuesta, se creará un fideicomiso que se denominará Fideicomiso Integración Social y Urbana, que se nutrirá de los fondos que hasta ahora se destinaban al Instituto Nacional de Colonización para la compra de nuevas tierras. Ante las críticas que la oposición de izquierda realizó en forma casi inmediata, la Ministra Azucena Arbeleche, dijo dos cosas fundamentales: primero que no se piense que se trata de desvestir un santo para vestir otro santo, y segundo, planteó un desafío: “¿Quién puede estar de acuerdo con comprar más tierras en lugar de dar una vivienda a las personas que hoy no la tienen? O seguimos comprando tierras o abordamos un problema que es histórico”.
Es decir, tenemos dos problemas diferentes para solucionar. No tenemos los recursos necesarios para ambos. Entonces debemos optar, porque la política siempre obliga a optar cuando tenemos recursos finitos. El análisis de prioridades, esto es, cual es el que atañe a más gente, el que pone en peligro la integridad familiar, el que perjudica la niñez impedida de ser atendida con un mínimo de decoro para que satisfaga sus necesidades básicas, el que puede proporcionar trabajo a los mayores comprendidos en esta situación de urgencia, requiere un análisis serio y profundo.
En esa comparación, la balanza se inclina a mi juicio, por buscar una solución a los asentamientos irregulares. No para eliminarlos, porque eso no es posible. Ya no estamos en campaña electoral para hacer promesas de este tipo. Hay que ser realista. Hablemos de regularizar los asentamientos irregulares.
Porque respondiendo la pregunta de la Sra. Ministra: hoy por hoy, la prioridad está en regularizar los asentamientos. Pero eso no significa desmantelar el Instituto Nacional de Colonización, que seguirá funcionando y cumpliendo sus cometidos, porque tierras tiene. Significa simplemente priorizar soluciones.