Entre otros temas que tienen que ver con su responsabilidad en la Iglesia uruguaya, Mons. Arturo Fajardo, ha emprendido una visita apostólica a los Seminarios de España en el Teologado de Ávila en Salamanca. Además de una visita de cordialidad, su objetivo es buscar que seminaristas que están pronto a la ordenación o sacerdotes quieran venir a Uruguay en una experiencia nueva para su apostolado, pero a la vez fortaleciendo las diferentes parroquias y capillas de la diócesis.
Los diáconos permanentes han sido de vital ayuda para los sacerdotes del país, que han encontrado alivio en determinadas celebraciones y sacramentos que se les sería imposible cumplir, pero la Iglesias quiere fortalecer las vocaciones y lograr que haya jóvenes que quieran formarse en el seminario.
UNA IGLESIA PRESENTE
La falta de sacerdotes no es un tema nuevo. Desde hace muchos años que los obispos a cargo de la Diócesis de Salto y de otras diócesis del país, viajan a Europa, especialmente a Roma, en busca de nuevos curas que contribuyan a la labor de los sacerdotes que en la diócesis son muy pocos y lo que se pretende es poder combatir la soledad que muchas veces viven y apoyarlos en las diferentes tareas de su profesión.
