Por Gustavo Varela
Platón, el afamado filósofo quien fundó la Academia de Atenas que sobrevivió más de novecientos años, expresó en cierta oportunidad la siguiente frase: “Los sabios hablan porque tienen algo que decir, los tontos hablan porque tienen que decir algo”.
El recuerdo del filósofo, viene a colación, de lo anunciado el día 8 de junio (hace dos días), dentro de la visita realizada por el Presidente de la República al departamento de Paysandú, comparándola con la actitud del Intendente (¿?) de Salto.
En Paysandú el gobierno nacional, anunció que a partir del año próximo, se construirá una industria de hidrógeno verde en ese departamento, con una inversión de más de US$ 4.000 millones.
Recordemos que la última planta de UPM que se instaló en Durazno, la recién inaugurada, tuvo una inversión de U$S.3.500 millones.
Para dicha construcción, la planta tendrá 1.500 trabajadores estables, con picos de 3.200 obreros y en su etapa operativa empleará a 300 personas.
«Paysandú va a ser punta para todo el Uruguay», afirmó Lacalle Pou.
Por enésima vez, los Salteños vemos pasar por arriba de nuestras cabezas, inversiones que van a otros departamentos a instalarse.
Sana envidia me produce, ver estos anuncios.
Sana, porque es hermoso ver cuando la inversión llega al interior de nuestro país, trayendo de la mano trabajo para nuestros conciudadanos.
Muchas veces he estado tentado de achacar a alguna maldición o gualicho, que alguna bruja o pitonisa arrojó sobre Salto, pues por años a nuestro querido departamento, no le llegan esas deseadas inversiones.
Pero no es justo achacarles a las brujas o a las pitonisas, las limitaciones o incapacidades, que han tenido y tienen nuestros gobernantes, para convertir en tierra de oportunidades al departamento.
Basta con pensar que construimos una Central Hortícola en el departamento que abastece de frutas y verduras al país durante 6 meses, deseado y reclamado por nuestros productores, y no lo podemos hacer funcionar.
Mientras tanto, ese mismo día, leyendo las páginas de Diario Cambio, encuentro una nota, donde nuestro Marco Polo Salteño, el Sr. Intendente (¿?), sigue llorando por tener la más alta tasa de desocupación que existe en el país, y no puede hacer nada, según sus dichos, por culpa del gobierno nacional.
Basta Sr. Intendente, con todo respeto se lo pedimos los ciudadanos de Salto, deje de andar de paseo por el país, intentando ver cómo soluciona su vida a futuro y dedíquese durante los dos años que faltan para que termine su gobierno, a captar oportunidades trayéndolas para Salto.
Tome el ejemplo de otros Intendentes, que, con dificultades como las que atraviesa nuestro departamento, trabajan por el bien de la población.
Quizás me pregunte, Sr lector, a que viene el recuerdo de la frase de Platón el sabio.
Le dejo a usted, que saque sus propias conclusiones.
