viernes 3 de mayo, 2024
  • 8 am

Se observa un aumento en la población de jejenes en zona costera y próxima a arroyos

Por Daniel Spinelli
Jején, barigüí, paquita, simúlido o mosca negra. No importa cómo se lo llame, pues se trata de una sola especie, tan pequeña como problemática: Simulium chaquese. Se trata de un insecto volador hematófago, -es decir que se alimenta de sangre-, y cuya picadura produce un corte en la piel doloroso y fácil de infectar con el rascado. Si bien podría decirse que se comporta similar a un mosquito durante la temporada estival, hay ciertas regiones en las que su presencia ha llegado a tornarse casi incontrolable a lo que se suma el hecho de ser mucho más resistente a los repelentes químicos normalmente utilizados. Para reproducirse, el jején necesita aguas dinámicas con lo cual se asienta perfectamente a lo largo de ríos y arroyos. En Salto esta realidad se agudiza al estarla zona urbana centrada entre dos arroyos que le proporcionan a los insectos un lugar ideal para su reproducción.
MANTENERLOS A RAYA
Aunque por el momento no se conoce que el jején transmita enfermedades, algunas especies presentes en otras partes del mundo sí lo hacen y muy graves. Es el caso de la oncocercosis, una infección del nervio óptico provocada por un parásito llamado Onchocerca volvulus, que se contagia por la picadura de la mosca negra que predomina en África subsahariana. En esta zona es muy común que se los confunda con el flebótomo (mosquita) que transmite el parásito de la leishmaniasis y que es sabido sobrevuela Salto. Las ovitrampas que se han dispuesto para conocer el panorama en cuanto a insectos han evidenciado que el mosquito que circula es el culex y hay una especie de jején que sobrevuela en zonas de mayor humedad. Se aconseja a la población recurrir a medidas de control caseras como el uso de mosquiteros, repelentes y aplicación de productos insecticidas sobre todo si se reside en zonas próximas al río o arroyos.