viernes 26 de abril, 2024
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“El amor a la profesión es lo que abre el horizonte para desarrollarse en lo que a cada uno le interese”

Por Melisa Ferradini
Gisela Caram es Licenciada en Psicología. Especialista en Psicoanálisis Vincular. Psicoterapeuta. Nació en Salto. Realizó la primaria en la Escuela Nº 3 José Pedro Varela, la secundaria en el Liceo Nº 1 IPOLL hasta 4to, 5 y 6 en el Liceo Nº 2 Piloto. Ingresó a la Facultad de Psicología de la Universidad de la República en 1984 y egresó en 1988. Después de recibirse estudió Psicología Infantil y comenzó su trabajo en Jardines de Infantes. Ahí se dio cuenta que le faltaban herramientas y justo su psicoanalista la invita a la inauguración de la Asociación de Psicoanálisis de Configuraciones Vinculares. Así comenzó su formación que sigue hasta hoy. Luego obtuvo el título de Especialista en Pareja y Familia. De su infancia tiene muchos recuerdos, muchos amigos. La libertad de poder jugar en la vereda a “la topa”, “la mancha”. Su mamá es maestra, hoy jubilada, y marcó mucho de lo que ha construido de ella. La autoexigencia se desarrolla sola, después de una crianza con pautas y normas claras. Cómo todo el mundo, se resbaló, cometió errores, y volvió al eje y aprendió un montón entre caídas y levantadas, pero eso le dio la experiencia que la gratifica hoy. Es columnista de Diario Cambio desde el año 2009. A los 23 años se recibió. Se casó y tiene dos hijos maravillosos que también terminaron sus carreras con 23 años. Sui hija Sofia es Licenciada en Trabajo Social y técnica en Recreación, y está a punto de defender su Maestría en Familia en la Universidad Católica del Uruguay. Su hijo Gonzalo es Licenciado en Dirección de Empresas y tiene dos emprendimientos propios; el de pesca deportiva “La Amistad” y el de los “Nobles”. En esta entrevista conocemos a una gran profesional que su mayor felicidad es ver a sus hijos haciendo lo que les gusta, más allá de las adversidades que la vida nos pone en el camino.
-¿Por qué eligió esta profesión entre tantas otras?
-Siempre me interesaron las cuestiones humanas, la literatura, la filosofía, la historia. Después de un año que estudié historia, y conversando con un compañero que venía de hacer psicología, me di cuenta que por ahí iba mi interés. Creo que fue bueno el cambio que hice y él despegarme de mi familia para irme a Montevideo a estudiar. Elegiría una y mil veces este camino.
-¿Qué importancia le ve a la psicología?
-Es un campo tan amplio de trabajo, está en la creatividad de cada uno y en el amor a la profesión lo que abre el horizonte para desarrollarse en lo que a cada uno le interese. La formación continua y responsable. Con una ética autónoma que respalde lo que cada uno dice que hace. Trabajamos en salud y el aparato psíquico que no tiene un lugar físico, debe ser cuidado tan responsablemente como un cirujano cuando va a operar.
-¿Hay algún caso que se le haya quedado en la memoria y sigue pensando en él?
-En 33 años de profesión hay muchas situaciones que recuerdo, casi todas algo dejaron en mí, no solo las situaciones sino las personas. Hay personas con las que trabajamos en su infancia o adolescencia y vuelven veinte años después y me resulta muy importante poder pensar juntos ahora, con detalles que guarde de ellos en mi memoria y aportan un montón a lo qué pasa hoy.
-¿Porque situaciones suele acudir la gente?
-La gente consulta cuando les pasa algo que provoca sufrimiento. También hay quienes buscan pensarse y auto-conocerse cuando algo no está bien en sus vidas.
-¿Cómo describiría los cambios que han tenido las terapias psicológicas en estos tiempos de pandemia?
-Tuvimos que adaptarnos a las necesidades de las personas. En marzo del 2020, yo corté todo, hasta que retomé mi trabajo con un cambio en mi conducta. Distancia, otro saludo, virtualidad. No ha sido fácil cambiar de presencial a virtual. Hay personas que nunca las vi, me contactaron on line y así venimos trabajando hace más de un año. Otras, en principio se negaron a la virtualidad, esperando todo pasara, pero la cosa se iba para largo, y volvimos a conectarnos o a vernos en forma presencial.
-¿Que habilidades tiene para realizar su trabajo?
-Que pregunta difícil, eso no lo puedo responder yo. Cada vínculo terapéutico que he hecho es diferente. Y es una respuesta que debería darla quien pasó por mi consultorio.
-En este momento. ¿Cuáles son las necesidades más importantes de su carrera en nuestro país?
-Cuidar la salud mental de las personas. Ayudar, pensar, acompañar los momentos que son difíciles para cada uno.
-¿Qué le gusta realizar en su tiempo de descanso?
-En mi tiempo libre que no es mucho, me gusta leer, pensar, algo de actividad física todos los días. Al principio de la pandemia experimenté mirar series, algo que era impensable, porque me parecía era una pérdida de tiempo. Y no, me sacó muchas veces de la realidad, me sumergió en otro mundo y vi que no era tan malo. Mi vida social se vio muy limitada desde comienzos de la pandemia, pero no dejé nunca de soñar con el final del túnel. Con poder vivir sin esa sensación de amenaza a la vida, abrazar a las personas que amo sin miedo. Con disfrutar de congresos y jornadas en vivo. Con vacaciones sin preocupaciones.