domingo 5 de mayo, 2024
  • 8 am

La tardía confesión de Astori

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
El pasado domingo me referí a las gravísimas irregularidades constatadas por una auditoría externa realizada en la empresa Gas Sayago, de la cual surgieron actos y hechos que encajan claramente en el delito de corrupción previsto en nuestra legislación, pero acompañado de actitudes que sin duda constituyen actos de inmoralidad. Pensé también –y lo dije- que ahora había que tener paciencia, y esperar que se pronunciara la Justicia.
Pero, para sorpresa general, aparece el Cr. Danilo Astori, confesando un estado de cosas sobre la regasificadora, que agravan más tal situación, amén de demostrar la hipocresía con la que se manejan las ex jerarquías del Frente Amplio que se desempeñaron en el gobierno anterior.
Recordemos que Gas Sayago se constituyó durante la presidencia de José Mujica, cuando Astori era el Vicepresidente de la República y era, por tanto, conocedor en primera línea de la gravísima situación que se estaba gestando. Resulta que ahora, cuando todo éste negociado vinculado a la regasificadora salta a la luz pública, Astori confiesa muy suelto de cuerpo: “Hicimos una regasificadora para venderle gas a la Argentina que no tenía ningún sentido». Su desarrollo fue un «error grande, importante, porque ni siquiera se supo ver las consecuencias que tenía un cambio estructural fundamental que el propio Frente Amplio había llevado a la práctica, como el cambio de la matriz energética». Y para redondear estas insólitas declaraciones, Astori agregó que “ni siquiera pudieron parar a tiempo” un proyecto que no tenía lugar en la práctica, no tenía realidad futura, porque estaba transformada profundamente la matriz energética a favor de la energía eléctrica y no del gas natural”. Y lo dice ahora cuando el escándalo estalló
Es decir, el Vicepresidente de la época, confiesa que se resolvió crear una empresa para construir una planta regasificadora, que se sabía de antemano que no iba a ser viable. A esto se le llama dolo, es decir, una voluntad deliberada de llevar adelante acciones a sabiendas del daño que pueden causar. Sabían cómo iba a terminar: fundida y dejando al Estado una millonaria deuda en dólares americanos, sin perjuicio de dejar un tendal de empresas uruguayas sin cobrar la inversión que hicieron luego de ser contratadas para participar del proyecto.
La Comisión Investigadora Parlamentaria que se creó para analizar la situación de la empresa Gas Sayago, entre sus conclusiones, dijo: “Entendemos que hubo por parte del gobierno que promovió el proyecto y, en particular, de las autoridades directamente vinculadas al desarrollo y ejecución del mismo una grave irresponsabilidad política, por impulsar y comprometer al país, en un proyecto absolutamente inviable”. Y agregó: “Hemos constatado durante el desarrollo de la investigadora y demostrado en este informe: La inexistencia de estudios de viabilidad serios para un proyecto de estas dimensiones. Carece de viabilidad económica, de viabilidad ambiental, y de viabilidad en el marco del desarrollo de otras fuentes de energía en el país”. Sin embargo, cuando se puso a votación el informe parlamentario, el Frente Amplio no lo votó.
En síntesis; Astori sabía muy bien de la inviabilidad del proyecto Gas Sayago, pero nada dijo en aquel momento. Lo dice ahora, obviamente apurado por las circunstancias, en una clara demostración de tratar de ocultar irregularidades cuyas consecuencias comprometen seriamente al gobierno anterior. Por eso expresé que estamos ante un claro ejemplo de corrupción, de inmoralidad y de hipocresía. La Justicia va a actuar. Astori está blindado por sus fueros de Senador. Por ahora.