miércoles 8 de mayo, 2024
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Intendente: ¡A la patria como a la madre no se le llevan cuentas, sino que se le da todo!

Agustin Radesca
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Agustin Radesca

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Por Agustín Radesca
En esta oportunidad, quien suscribe, tiene la intención de dejarle en claro a quienes leen el presente artículo y en especial a todos los salteños, lo ineficiente que ha sido la gestión del actual Intendente
Andrés Lima y asimismo invitarlos a reflexionar de cara a las próximas elecciones departamentales las cuales definirán el futuro de Salto. Bien sabido es que el actual ejecutivo departamental ha sido carente (por no decir vació) de sensibilidad social, de empatía por los siguientes motivos: en primero lugar cuando asume su primer gobierno departamental, el actual Intendente con un déficit que rondaba entre 500 y 800 millones de pesos uruguayos, los cuales, por inexperiencia y por poco respeto por el dinero de todos, cifra que logró aumentar a la suma de más de 2000 millones de pesos, hipotecando el futuro de las próximas generaciones y dejando para quien asuma el próxima mandato la difícil tarea de cubrir tales costos.
Por otro lado, y reafirmando lo antes expuesto respecto a la carencia de sensibilidad, es vital dejar presente que cuando asume el gobierno departamental, el departamento contaba con un Hogar Transitorio para aquellas mujeres que sufrían violencia de género, el cual (y sin titubeos) fuera cerrado de manera permanente, lo cual por vía de consecuencia devino en un perjuicio inmediato para todas aquellas quienes sufrían esta clase de violencia y no contaban con techo para sobrellevar esta drástica situación que afrontan miles de mujeres salteñas.
Pero lo expuesto “at supra” no le fue suficiente al Señor Intendente, sino que fue más allá y termino de transgredir la barrera de lo ético y lo moral, al prometer a Salto una clínica donde pudieran tratarse los temas respectivos a la salud mental, con el único anhelo de entrar en agenda y tener un beneficio político electoral, siendo este un sensible tema que, al Uruguay, a Salto y todos nos tiene con desvelo y una gran preocupación al tener las tasas de suicidios más altas per cápita en la región.
No solamente no cumplió con su promesa, sino que fue más allá, expresando públicamente meses atrás que dicha clínica se encontraba vigente y funcional; lo cual hace días atrás fue desmentido por un alto jerarca de su propia administración.
En definitiva, por lo antes expuesto y al momento de poner la papeleta en las próximas elecciones hay que preguntarnos ¿Se merece este gran departamento que supo ser la capital del citrus, la capital del turismo, la segunda capital cultural de este país, tener un gobernante que está más preocupado por su silla en el Senado y en dejarle su a su hermano el mando del ejecutivo departamental, que trabajar por Salto? ¿Valen la pena 5 años más de la familia Lima al frente de Salto, dejándolo en el podio de la desocupación?
Cierro el presente escrito citando una frase que utilizo el exsenador Pedro Bordaberry para fundar mi respuesta con un hipertrofiado ¡No!: “a la patria como a la madre no se le llevan cuentas, sino que se la da todo”.