jueves 2 de mayo, 2024
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Fue estudiante de la Obra Social Don Bosco, aprendió electricidad y actualmente es tallerista de la institución

Por Melisa Ferradini
Pablo Teixeira tiene 49 años. Es Técnico Instalador en la actualidad. Sus comienzos fueron en la Obra Social Don Bosco en el Proyecto Joven en el año 1995 cuando se dio inicio a dicho proyecto. Realizaba el taller de electricidad. Pasó por diferentes talleres aparte de electricidad, también realizo el taller de carpintería. A él le gusto la parte eléctrica. Vivía a una cuadra de la Obra, se acercó siendo adolescente y comenzó el 1er año del proyecto. Cuando finalizó la etapa del Proyecto Joven, comenzó los estudios en UTU. Estudió la parte eléctrica, ingeniería el plan Arias, aquellos años la carrera era de 7años. Ahí se fue formando. La base la aprendió en la Obra Social Don Bosco en el Proyecto Joven. Después se especializó en otras áreas en UTU, en las partes de instalaciones eléctricas más avanzadas y todo lo demás. En la Obra Social Don Bosco se fue dando todo lo que soy hoy. En esta entrevista con CAMBIO, Pablo nos relata de como todo el aprendizaje que adquirió lo está transmitiendo con mucho amor y compromiso con los jóvenes que allí participan ahora.
EL APRENDIZAJE EN LA OBRA
Eso fue todo. Fue el disparador y aparte conocer otra realidad. Otra realidad. Compañeros de ahí de la zona que nos cruzábamos y no teníamos ese contacto. La obra nos unió en esa parte. Conocimos la familia Salesiana, si bien íbamos a misa y todo lo demás. Pero no estábamos adentro de esa familia Salesiana que la conocimos ahí en el año 1995. Cuando se forma el proyecto era todo nuevo. En aquel tiempo el Coordinador era Pedro Ponce De León que estuvo hasta hace muy poco. Fue quien lo llevó adelante. Era un proyecto financiado por el Fondo de las Américas. Se comenzó a comparar las maquinarias y las herramientas. Lo bueno esta que han sido cosas que no han cambiado hasta el día de hoy. Para estudiar allí no necesitábamos llevar nada. Simplemente llevar las ganas de salir adelante. Porque nos brindaban todos los materiales. Sin embargo cuando me fui a estudiar a UTU la realidad era otra. Si necesitábamos una hoja teníamos que llevarla, si necesitábamos un metro de cable tenías que llevarlo. Sin embargo en el Proyecto Joven eso lo teníamos todo.
LA ENSEÑANZA DE DON BOSCO
La enseñanza de Don Bosco siempre está presente. El día a día Don Bosco nos iba marcando y nos iba llevando por esa parte de la vida que es tan linda. La parte Salesiana que es hermoso. A veces pasa que uno de joven no lo valoras pero a medida que va pasando el tiempo, decís que importante lo que nos han brindado. Ahora me toca estar del otro lado, enseñando. Como yo digo siempre a mis alumnos soy el único en la Obra en el Proyecto Joven en el Centro Juvenil hoy, que comenzó desde los inicios. Fui alumno y hoy me toca estar del lado de ser Educador Tallerista. Siempre, siempre se los hago saber a mis alumnos…que se puede.
LA IDEA DE ENSEÑAR
Todo comenzó 12 años atrás. “El coordinador Pedro Ponce De León me dice, que necesitaban un profesor de electricidad. No lo soy pero años que estoy trabajando en el tema y le dije que no había problema. Justo Daniel que era mi profesor en aquel tiempo en mis inicios tuvo un problema de salud que le impedía dar clases. Ahí comencé. Luego Daniel se jubiló a los 2 años de realizarle la suplencia, hasta el día de hoy estamos ahí. Si bien el Centro Juvenil fue cambiando. Nosotros comenzamos dando clases de electricidad hoy por hoy se ha reformulado toda la parte de la enseñanza dispuesta por INAU para los Centros Juveniles. Hoy le estamos dando toda la parte de rústicos. Hacemos de todo con los materiales de hierro, madera y pintura que ahora estamos incursionando en eso. Hoy estamos dando sobre Torres García, con toda la temática del artista”.
EXPOSICIÓN
“El 25 de octubre tenemos una exposición sobre toda la parte de la alimentación. El Centro Juvenil va a exponer el trabajo de los alumnos. Tenemos clases de lunes a jueves. Hay talleres de cocina, carpintería, la parte de rústicos y también hay compañeros que están en varios grupos apoyando a los alumnos en la parte formal. Antes lo primordial en el Proyecto Joven hace un par de años eran los talleres. Hoy a los talleres concurren aquellos jóvenes que están por fuera del campo educativo formal. Aquellos que no concurren ni a la escuela y ni al liceo. La idea es encender esa llamita para que se puedan integrar a la parte formal. Esa es la idea básica de los talleres. Hay que motivarlos a los jóvenes a que les guste y avanzar un poco más”, cuenta.

“Las adicciones lo han cambiado todo, pero nuestro objetivo es motivar a los jóvenes”

“Son épocas muy distintas. Los valores han cambiado. Es todo muy distinto. Nosotros antes íbamos con las ganas de aprender. Hoy por hoy hay muchos jóvenes que lo tienen, pero está el flagelo de las drogas, los celulares, etc. Todas estas situaciones que a veces se nos hace difíciles a los educadores hoy conseguir que los jóvenes realmente se pongan las pilas y quieran ser alguien en la vida. Eso es nuestro mayor objetivo. A su vez formarlos como personas. Mi motivación es comenzar el año y finalizarlo y ver el proceso de los jóvenes como han ido avanzando. Como entran allí sin ningún interés a veces de continuar y al terminar el año ves ese joven motivado y ves sus logros. Ves cómo te lo agradecen. También mostrarle que no todo es color de rosa. Somos muy compañeros de ellos pero cuando tenemos que marcar los límites no nos va a temblar la mano de hacerlo. El Centro Juvenil de la Obra Social Don Bosco no es de un barrio solo, es de todo Salto”.