sábado 4 de mayo, 2024
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Aprehendiendo

Padre Martín Ponce de León
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Padre Martín Ponce de León

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Por el Padre Martín Ponce De León
No es un simple juego de palabras.
Debe ser parte de un camino que se hace vida.
Cuando nos acercamos a Jesucristo descubrimos que podemos gastar toda nuestra vida en aprender de Él.
Siempre nos está desconcertando con realidades nuevas que se nos vuelven apasionantes y desafiantes.
Es una persona a la que nunca terminamos de descubrir debidamente.
Hoy podemos poner el acento en alguna realidad de su vida y mañana experimentamos la necesidad de acentuar alguna otra de sus realidades.
Así podemos transitar toda nuestra vida descubriendo que estamos, siempre, lejos de conocerlo completamente.
Por otra parte, bien que lo sabemos, no alcanza con algunos aspectos de su realidad sino que debemos llegar a descubrirle en su totalidad.
A Jesucristo no podemos inventarle sino que necesitamos descubrirle completamente.
No podemos limitarnos a hacer un ejercicio de “recorta y pega” sino que debemos quedarnos con la totalidad del Jesucristo que los relatos evangélicos nos presentan.
Pero no es suficiente el hecho de conocer a Jesucristo.
Nuestra realidad de ser cristianos nos obliga a mucho más que ello.
Debemos aprender a aprehender a Jesucristo.
Ser cristianos no es otra cosa que ser continuadores de Él.
Con lo que somos debemos prolongarle, continuarle, testimoniarle.
Para ello debemos aprender a aprehender.
Desde las realidades cotidianas nos va desafiando a hacer nuestros sus valores, sus opciones y su estilo de acción.
Cada uno de nosotros deberíamos tener como objetivo de vida el hecho de ser Él para los demás y ello sin perder nuestra originalidad.
No es un objetivo que se logre de un día para otro ni es un objetivo simple de lograr.
Todo lo de Jesucristo debe decirnos de un empeño y una tarea en el que gastamos mucho más que momentos de nuestra vida.
Para poder intentar comenzar a transitar por ese camino de comunión e identidad que se hace testimonio debemos ir aprehendiendo los diversos valores que Jesucristo nos presenta.
Ir aprehendiendo es ir intentando hacerlos nuestros.
Ir aprehendiendo es ir convirtiéndolos en actitudes.
Ir aprehendiéndolos es lograr descubrir que lo cotidiano es el mejor espacio para ir practicándoles.
Ser cristianos no es una ciencia ni un dogma. Ser cristianos debe ser un estilo de vida.
Miramos a Jesucristo y nos apasionamos por Él.
Miramos a Jesucristo e intentamos hacerlo nuestro estilo de vida.
Las prácticas religiosas no deberían tener otra finalidad que ayudarnos a llevarle a nuestra vida cotidiana.
Las prácticas piadosas no pueden agotarse en sí mismas ya que de hacerlo le hacemos perder lo que hace a la esencia misma de las mismas.
Todo en el cristianismo debe estar orientado hacia la puesta en práctica.
El cristianismo debe nutrirse de la vida y orientarse a la vida.
Para ello es que debemos aprender a aprehender.