Por el Dr. César Suárez
Por más que me esmerado, cavilado, meditado, concentrado, abstraído, jamás he logrado ver hacia el futuro, a lo sumo, analizando acontecimiento del pasado y de acuerdo a lo que suele suceder en forma repetitiva en la vida cotidiana y analizando la personalidad y la conducta de los que me rodean, suelo imaginarme que cosas podrían suceder si nada se sale del libreto pero habitualmente suelen suceder cosas que nadie se podía imaginar arruinando todo pronóstico porque habitualmente son muchas la variables que conforma cada acontecimiento y de acuerdo a como se mezclen se armará esa esquiva historia futura que sólo después de trascurrida quedará tal como es y por más análisis y versiones que tenga, esos acontecimientos ocurridos, son tal como son y pasan inevitablemente a ser parte del pasado.
En estos días me he puesto a pensar cómo será Salto dentro de 105 años, me imagino que será una gran urbe con grandes y extensas avenidas diseñadas hace mucho tiempo como caminos y que se han ido llenando a la vera de su trayecto de grandes, modernas y bellas construcciones, pero cuando observo los censos estancados en población y que, de acuerdo a la tasa de natalidad, para esa época se prevé un millón menos de habitante en nuestro país, ya mis esperanzas de desvanecen y Salto multitudinario ya no parece posible.
Todavía somos los mismos que en el censo anterior pero sólo porque a la gente se le ha dado por vivir cada vez más y los ancianos que nos mantenemos vivos, seguimos manteniendo los números.
El promedio de vida ha crecido notablemente, ya la gente no se muere de cualquier cosa como antes y ahora se repara el corazón dejando al individuo como nuevo, se le cambian las articulaciones por otras, se ponen lentillas en los ojos y la gente vuelve a ver como antes, se hacen trasplantes de órganos se destapan las arterias y otros cuidados médicos van “rectificando” cada desperfecto humano para seguir tirando hasta donde dé y estos supervivientes actuales mantenemos los números de los censos.
¿Entonces cómo será el Salto del futuro? De acuerdo a cómo van las cosas y si no cambia la conducta reproductiva de las parejas, nos iremos quedando sin población y quizás nos pase como muchos pueblos de Europa, habrá más casas que gente.
Pero basta de pálidas, yo decía que no me puedo imaginar que sucederá dentro de 105 en la ciudad de Salto, si puedo saber lo que sucedió 105 años para atrás.
El martes 18 de febrero de 1919 nacía José Pepe Piatti y este domingo de hoy está cumpliendo 105 años y es un testimonio vivo de toda la historia de lo que era Salto a su nacimiento. Era una ciudad muy distinta rodeada de extensas áreas de campo que hoy se han transformado en ciudad y que le han dado una configuración muy diferente.
Pepe hizo primaria completa y está clarito, todos los días hace gimnasia en el balcón, de mañana y de tarde pare ejercitar sus musculas y estirar tendones, sólo se queja de dolor en las rodillas.
Ha tenido eventos de salud complicados, pero siempre ha salido airoso, alrededor de año 1980 tuvo un episodio de espasmo cerebral, pérdida del equilibrio, de la visión, pérdida de fuerzas, una especie de accidente vascular encefálico lo que le llevo 6 meses para su recuperación total y sin secuelas.
Fue en su vida muchas cosas, empleado de almacén de campaña, dueño de un bar, empleado de verdulería y por muchas décadas vinculado a el club Lazareto, como jugador pata dura, como directivo, como utilero, como auxiliar de limpieza, como fletero honorario, fue por mucho tiempo, todo a la vez como sucede en cualquier club de barrio, Jubilado desde hace más de 40 años de BPS donde tiene demostrar cada tanto que sigue vivo.
Desgrana recuerdos con fluidez, sigue con interés los campeonatos de futbol y mira todos los partidos que puede en la televisión con conocimiento de causa.
Pepe, feliz cumpleaños hoy domingo 18, que 105, no se cumplen todos los días y no es para cualquiera, sólo para elegidos.
