La zona litoral norte, si bien está situada como área de emergencia agropecuaria, se encuentra con una serie de precipitaciones en el último mes que ha generado cierta tranquilidad y necesidad de reposición. Está claro que no llueve pasto, pero frente a pronósticos que auguraban un evento La Niña de moderada a fuerte intensidad, días de lluvias generan tranquilidad y cambios en los negocios, teniendo en cuenta que el productor espera algún centavo más para vender, al no estar tan necesitado, lo que ha llevado a que la semana termine con algunos centavos más de lo que comenzó con la planilla de consignatarios el pasado lunes.
Operadores consultados a lo largo de la semana aquí en el norte, marcaron referencias de US$ 3,10 a US$ 3,15 para el novillo al comienzo de la semana, marcando una baja respecto a la semana anterior e industrias que intentaban trasladar algún centavo menos, lo que generaba resistencia en los productores a vender. En el transcurso de la semana el mercado fue cambiando y cerramos con referencias del novillo en US$ 3,15 a US$ 3,20.
Claramente esto no se puede trasladar a todo el país, consignatarios del este señalaron valores de US$ 3,15 para los novillos especiales de exportación como máximo y de ahí la escalera hacia abajo, pero con un novillo intermedio para los abastos muy trancado.
En el caso de la vaca, el mercado es más variable de acuerdo a la terminación y calidad de la misma, sin embargo para las especiales los valores fluctuaron en los siete días entre US$ 2,90 a US$ 3,00. Mientras que la vaquillona se posiciona en US$ 3,05, pero con un mercado más lento que en las últimas semanas, con un claro afloje del abasto, debido a la ausencia del turismo desde el exterior.
Así como se pactaban entradas a 10 y 12 días para adelante al cierre de la semana pasada, dependiendo de la planta, en los ultimos días se han concretado negocios con 7 a 10 días para la carga.
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