martes 30 de abril, 2024
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Le ganó la batalla al cáncer infantil, cumplió su sueño y se recibió de doctor en Medicina

Por Karina De Mattos.
Desde la Asocaiación Civil Neri Campos Pierri de apoyo a los niños con cáncer nos acercan la historia de Juan Martín Rosconi. Se trata de una emotiva historia de lucha y logros, sociales, e individuales de un niño que creció para cumplir sus sueños.
UNA INESPERADA NOTICIA
Rosconi señalaó que “era un niño de 11 años muy sano, controles normales, en crecimiento y terminando mi último año de escuela cuando a mediados de octubre de 2006 comenzaba con un pequeño llamado de atención, picos febriles. Desde el día uno comenzaron las visitas a los pediatras, fue una semana de ir y venir y otras ingresado en el servicio de pediatría. En ese momento se hizo un diagnóstico erróneo con el cual se me daría de alta un viernes 20 de octubre, mamá, con la intuición que solo una madre tan maravillosa como ella solicitó que pasara el fin de semana en el servicio, a lo cual se pudo acceder. El sábado 21 de octubre los síntomas fueron más fuertes a lo que el Dr. Daniel Spinelli solicitó exámenes nuevos en los cuales se comenzaba a dilucidar un diagnóstico más cercano pero que colmaba de incertidumbre y miedos. Fue así que emprendimos un viaje de ida, en el cual gran parte de la familia quedaría a la espera de un reencuentro.
EL DIAGNÓSTICO
Llegó Montevideo, se confirma el diagnóstico de leucemia mieloide aguda. ¿Para mí? Lo mismo que cualquier otra enfermedad, la inocencia intacta, no percibía la gravedad de la situación y así fue que papá y mamá pusieron su mejor cara para que yo no notara su mayor temor, nunca noté su angustia y eso fue lo que me mantuvo más firme”.
APRENDIZAJES
“Ahí fue mi primer aprendizaje; ser feliz siempre, que si hay oscuridad no hay que apagarse, hay que encender hasta la última célula”, comenta Juan Martín. “El segundo aprendizaje llegó con el reencuentro con mis hermanas, ahí aprendí que la distancia es solo eso, el amor se mantiene intacto, el amor se vive, el amor nos mantiene en pie. Llega el tercer aprendizaje en febrero del siguiente año, día 8 llegaba la posibilidad de una cura con un autotransplante de médula, ahí aprendí a tener fe y esperanza. El cuarto aprendizaje llega con el anterior y es aprender a perseverar y ser paciente, de a poco todo se comenzaba a sentir como antes, el cuerpo respondía muy bien al tratamiento. El quinto aprendizaje se presentaba en julio de 2007, mes en el cual entraba a block para retirarme el catéter por el cual había recibido la quimioterapia, ahí aprendí que lo malo es un estado pasajero, que lo que duele pasa. En ese mismo mes llega el sexto aprendizaje, el renacer junto con el nacimiento de mi primer sobrina, no tan casual su nombre; Milagros”.
SU AMOR POR LA MEDICINA
Por otro lado cuenta cómo nace su interés por la medicina. “Ya recuperado y con 12 años comenzaba a proyectar mi futuro con felicidad, amor, fe, perseverancia, paciencia y renacimiento. Fue en ese momento que dije: yo quiero ser Doctor y poder retribuir aunque sea un poco de lo que yo he recibido. Año 2014 emprendía este viaje que en parte culmina en este julio de 2021. Hoy les puedo decir que nos recibimos, se recibió mamá, papá, mis hermanas, sobrinos, primas, primos, tíos, abuelos y amigos, personal del equipo de la Peluffo Giguens, hoy Pérez Scremini, personal de la comisión de la lucha contra el cáncer infantil de Salto, todos nos hemos recibido, todos hemos aprendido, todos y cómo siempre unidos hemos celebrado este logro juntos. De aquí en más a seguir aprendiendo, seguir creciendo y adquiriendo nuevas herramientas, pero por sobre todas las cosas siempre ser un poquito más feliz”.