miércoles 1 de mayo, 2024
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Juan Clímaco Beckar en las mensajerías fluviales

Por Cary de los Santos.
CAPITÁN JUAN
CLÍMACO BECKAR
El experto marino, luego de haber ingresado a los «Astilleros navales de Saturnino Ribes», por su desarrollada inteligencia y sobrada capacidad llegó a desempeñar la dirección de dicho establecimiento de construcción y reparaciones navales, ubicado en el prestigioso Pueblo Nuevo del Salto Oriental. En toda su trayectoria de hombre de río y mar, tuvo el privilegio de comandar los mejores buques de las “Mensajerías Fluviales», entre ellos podemos nombrar, a los siguientes buques: “Yerba”, “Cosmos”, Montevideo y “Helios”.
CLÍMACO BECKAR COMISIONADO A ESCOCIA
Al poco tiempo de haber vendido Saturnino Ribes, los dos últimos buques pertenecientes a su extinguida flota de las «Mensajerías Fluviales a Vapor» a la sociedad inglesa «La Platense», en el invierno de 1888, comisionó a Clímaco Beckar, para la vigilancia de la construcción de dos nuevos vapores en Escocia. Posteriormente, el Ing. Tomás Elseé, se haría cargo personalmente de la construcción y vigilancia de cuatro buques más, que integrarían la flota de la falsa sociedad, denominada «Mensajerías Fluviales del Plata», dónde el único propietario era Saturnino.
EL NUEVO VAPOR «MONTEVIDEO», SE ENCUENTRA EN LA CAPITAL
El 31 de noviembre de 1889, el diario El Avisador, informaba sobre la llegada de uno de los nuevos vapores de Ribes a Montevideo, que se esperaba su arribo pronto al Salto, siendo uno de los seis vapores nuevos que había mandado a construir Saturnino, para establecer la competencia a la Platense.
“…Se sabe que á la fecha encuéntrase ya en el puerto de la Capital, el lujoso y cómodo vapor Montevideo, perteneciente á las Mensajerías Fluviales, el cual acaba de llegar de Europa; como así mismo el experto é inteligente marino Capitán Don Clímaco Bekar, el cual como se sabe, había partido hacia algún tiempo para el viejo continente, comisionado por el Directorio de dicha empresa de navegación, á fin de hacer construir en los astilleros de Glasgow, el vapor referido y el Salto, que también debe de llegar de un momento a otro”.
A LA ESPERA DE LOS VAPORES «SALTO» Y «MONTEVIDEO»
Los dos nuevos vapores de las «Mensajerías Fluviales del Plata’’, era esperado ansiosamente por los vecinos, comercio e industria salteña, llegaron retrasados al Salto, y no se pudo colocarlos en el servicio de la carrera del Uruguay, en la fecha pensada, favoreciendo por corto tiempo a «La Platense Flotilla & Compañía Limitada». Recién, el 13 de enero de 1890 las dos naves llegaron al puerto del Salto. En esa misma tarde, se acercó alta concurrencia al puerto y visitaron los dos buques, se ofrecieron discursos y brindis por la salud de la nueva compañía de Ribes. Luego fueron conducidos y fondeados en el varadero del Astillero de Ribes, donde se bajó la carga que conducía y pasaron a ser refaccionados para que inmediatamente ingresarán en la carrera a competir con los buques de la compañía inglesa. Sin embargo, diez días después, el «Montevideo» se encontraba fondeado en el Varadero de los Astilleros y se inició un incendio en su bodega, por suerte se lo pudo controlar y no hubo que lamentar pérdidas ni humanas ni materiales, ocasionando solamente la demora de su ingreso al servicio fluvial. A los dos años después «El Avisador», anunciaba el cambio de capitán en el «Montevideo».
“…Y según informes su capitán será el experto marino Don Clímaco Beckar y su primer comisario Don Juan Irigoyen.
MUERTE DE
CLÍMACO BECKAR
No se había cumplido dos meses de la muerte de Saturnino Ribes (24 de junio de 1897), cuando la prensa informaba la trágica muerte del capitán Juan Clímaco Beckar. “Este conocido caballero que durante tantos años ha ejercido el cargo de capitán en los vapores que hacen la carrera de nuestro puerto al de Montevideo, ha fallecido hoy a las cuatro de la madrugada”. Estaba en su domicilio en la calle Arapey (hoy Brasil) número de puerta 180 (numeración antigua) cuando ocurrió su fallecimiento a causa de un cuadro de “angina de pecho”, tenía solamente 54 años de edad. El conocido médico salteño Dr. Atilio Chiazzaro, certificó el deceso del famoso marino. En uno de los diarios locales, sobre su muerte, decía: “…La noticia de su fallecimiento cundió por nuestra ciudad con la celeridad del rayo viéndose en pocos momentos su morada concurrida por infinidad de personas…”. El sepelio se realizo al otro día de su fallecimiento, donde sus restos fueron acompañados por una numerosa concurrencia demostrando así el afecto y aprecio que se le tenía en el Salto Oriental.
El capitán Clímaco Beckar, era estimadísimo no solo en la Ciudad de Salto, también en todos los puertos del litoral, Buenos Aires y Montevideo, no solo por «sus bellas prendas moralas si no por su caballerosidad nunca desmentida», así decían los diarios de la época.
PROYECTO DE BECKAR SE VA
POR LA BORDA
El experto Capitán Beckar, antes de su muerte venía realizando profundos y complejos estudios del río Uruguay, esencialmente en los malos pasos existentes, desde el Hervidero hasta el Puerto del Salto, que entorpecían la navegación de cabotaje y perjudicaban a los comerciantes de las dos orillas Argentina y Uruguaya. La ardua tarea de recoger datos específicos y realizar cálculos matemáticos muy complejos, tenían como objetivo la canalización y balizamiento del mencionado río, para luego establecer una gran empresa de navegación fluvial de transporte de pasajeros y carga. Además, había concebido grandes proyectos de adelanto para los puertos de Salto y de Concordia, lamentablemente con su desaparición se fueron por la borda afectando no solamente al comercio y a la industria de la región, sino que al progreso mismo de la navegación fluvial y de cabotaje.
Las circunstancias de la vida, nos hizo perder a tres grandes hombres muy vinculados con el progreso de la navegación fluvial, y de nuestra querida ciudad.
En 1896 fallece el mecánico naval Enrique Hardy, en 1897 Saturnino Ribes y Juan Clímaco Beckar, más conocido cómo Clímaco Beckar.

– Aviso comercial de 1897.