La distribución del ingreso se mantuvo estable con una leve desmejora en 2022, aunque la variación se encuentra dentro del margen de error. “Por tanto, no se puede afirmar que haya habido cambios estadísticamente significativos”, afirma el Instituto Nacional de Estadística (INE). La desigualdad, medida por el Índice de Gini, pasó de 0,386 a 0,389. Este índice mide la situación de una sociedad respecto a un ideal en el que todas las personas tengan el mismo ingreso, en cuyo caso el valor es cero.
DATOS
El Índice de Gini alcanzó un máximo de los últimos años luego de la crisis financiera de 2002, para luego bajar de manera contundente hasta llegar a un mínimo en el año 2018. Con la llegada de la pandemia la desigualdad subió, y luego de un leve descenso en 2021, volvió a subir el año pasado. Montevideo, Canelones, Cerro Largo, Paysandú y Salto son los departamentos con mayor desigualdad, mientras que Colonia, San José, Flores, Florida, Durazno, Tacuarembó y Artigas, los que tienen una distribución de ingresos más equitativa. El INE también divulgó la denominada Brecha de la Pobreza, que mide la distancia que hay entre el ingreso promedio de los hogares pobres respecto a la canasta básica referente para medir la línea de pobreza. En este caso, hubo modesto avance con el indicador que pasó de 1,7 a 1,6%. Esto quiere decir que cada persona en Uruguay debería aportar 1,6% de la canasta básica para llevar todos los hogares a la línea de pobreza, y eliminarla.
