Recompensa hubiera sido para ese casi gol de cabeza, porque su rendimiento en el área propia fue exhuberante. Solo , del equipo rival, fue quien pudo hacerle frente, con el plus del gol del empate que para el visitante vale casi que oro. El resto de los rendimientos individuales los resumimos a continuación.
Carlos Regueira (6): casi inexistente responsabilidad en el gol, correcto en balones aéreos y remates sencillos.
Javier Gómez (5): buen despliegue físico pero muchas equivocaciones con la pelota en el pie.
Matías Bentín (7): como siempre fuerte en ambas áreas, con alguna que otra mala salida desde el fondo que ensucia un poco su puntuación.
Nicolás Cáceres (5): sufrió bastante los encares de Pérez o Fernández y le costó proyectarse además.
Paolo Tabáres (6): baja sensible por quinta amarilla de cara a la segunda final, buena labor ofensiva en el primer tiempo y algo impreciso en la segunda parte.
Heber Martínez (7): a sus casi 43 años demuestra un orden táctico y un despliegue envidiables, batallando en el medio y siendo el primero en recibir en el medio el juego desde el fondo.
Fabio Rondán (7): siempre peligroso cuando sube, siempre correcto al cortar pases en el mediocampo. Se retiró lesionado.
Emiliano Maciel (5): sorpresivo en el gol con ese remate desde afuera, pero luego muy errático al encarar por la banda izquierda.
Nicolás Fagúndez (7): le costó meterse en el partido, cuando lo hizo, marcó esa diferencia que Salto tanto necesita para llegar al arco rival.
Javier Vargas (4): erró un gol cantado mano a mano; en el juego aéreo ganó varias veces pero sin puntería.
Andrés Rondán (6): ingresó por su familiar lesionado, haciendo una buena labor en la contribución ofensiva.
Fabián Leites (6): otro aire para la banda izquierda, aportando más proyección al ataque.
Gastón Barrientos (5): enérgico para recuperar, algo impreciso para asistir.
Denis Ferreira: pocos minutos en cancha
