Los expertos de la consultora Exante, Florencia Carriquiry y Pablo Rosselli, ofrecieron su visión sobre el panorama económico global y sus implicaciones para el sector agropecuario en Uruguay durante su participación en Expoactiva. En el marco de la presentación explicaron que el proceso de desinflación a nivel mundial ha sido exitoso, lo que ha disminuido los riesgos de escenarios económicos adversos. Sin embargo, el contexto global presenta desafíos para Uruguay, con un dólar fuerte, tasas elevadas y un crecimiento modesto en China, lo que ha llevado a una disminución significativa en los precios de los commodities. Además, la oferta mundial en ciertos rubros, como la soja, está siendo abundante, lo que hace poco probable un repunte significativo en los precios este año, a pesar de una demanda menos dinámica.
La depreciación de las materias primas coincide con una marcada apreciación de la moneda nacional, lo que ejerce presión sobre la rentabilidad de las exportaciones agropecuarias. La sequía experimentada en 2023 representó un desafío considerable para el sector agropecuario, aunque ocurrió después de dos años muy positivos. El ejercicio 2022 fue testigo de un crecimiento sólido y generalizado en la facturación de las empresas de agronegocios, impulsado por una producción dinámica y precios récord en varios rubros. A pesar del aumento de los costos en un contexto de apreciación del peso, la mayoría de las empresas de agronegocios enfrentaron el impacto de la sequía después de dos años de mejora en la rentabilidad, manteniendo niveles de endeudamiento saludables en 2022.
Se proyecta un año de recuperación para el sector en el ejercicio 23/24. En el caso de la agricultura de secano, a pesar de la disminución de los precios, los buenos rendimientos y la reducción de costos permitieron márgenes más favorables en los cereales de invierno, aunque no en la colza.
Además, se esperan buenas productividades en la campaña de soja, tras los desafíos enfrentados en el verano 2022/2023. Con una expansión del área sembrada, se estima que la cosecha de soja podría alcanzar los 3,5 millones de toneladas este año.
A pesar de los precios significativamente menores, se anticipa una mejora considerable en el margen promedio por hectárea en el cultivo de soja, en comparación con las pérdidas sufridas en el ciclo anterior, aunque este incremento podría ser limitado en términos relativos.
Ganadería
En la ganadería, se observa un repunte en la faena bovina en los últimos meses, impulsado por una ligera recuperación en la demanda y una oferta abundante de ganado gordo. A pesar de ello, los precios continúan por debajo de los niveles de años anteriores, lo que afecta los márgenes de rentabilidad.
El aumento en los valores del ganado de reposición beneficia a la cría, pero ejerce presión sobre los márgenes de los invernadores. Con la disminución del stock de cría y la reducción en la cantidad de terneros este año, aumentar la faena por encima de los 2,3 millones de cabezas representa un desafío para la cadena cárnica.
Lechería
En el sector lácteo, la remisión de leche a las plantas industriales se vio inicialmente afectada por la sequía, pero ha recuperado su crecimiento rápidamente. Sin embargo, los precios de exportación en declive han provocado una marcada disminución en el precio pagado al productor al inicio del ejercicio 2023/24.
A pesar de la mayor producción y la moderación de los costos, el fuerte descenso en el precio de la leche contrarresta los beneficios, resultando en una estabilidad relativa de los márgenes en los tambos.
Endeudamiento y morosidad
El endeudamiento bancario en el sector agropecuario ha aumentado significativamente desde principios de 2022, aunque la morosidad se mantiene en niveles bajos. Aunque el endeudamiento ha crecido en general en los últimos años, la morosidad en los créditos bancarios sigue siendo relativamente baja en todos los rubros, aunque se han observado aumentos moderados en el cultivo de soja y en la lechería en los últimos tiempos.
