martes 7 de mayo, 2024
  • 8 am

Precipitaciones fueron positivas para el arroz pero aún no se espera aumento de área

Para la producción arrocera el agua es uno de los insumos fundamentales, por lo que el régimen de precipitaciones anuales resultan claves en el sentido de determinar el área de siembra de cada año.
Las recientes lluvias registradas en el territorio uruguayo vinieron muy bien pero no habrían alcanzado para llenar las represas que sirven para regar los cultivos del grano, dijo el vicepresidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), Rafael Bottaro.
Consideró que antes de las lluvias de esta semana la disponibilidad de agua en promedio de las represas del país era de 30% a 35% y después de estas precipitaciones ascendería a 60%.
“El problema es que las primeras lluvias encontraron a los campos muy secos, pero con las más recientes las cuencas escurrirán más agua a las represas”, explicó.
Indicó que una hectarea precisa entre 1.000 a 1.200 milímetros de agua para la producción de arroz. Algunas represas que ya se completaron, otras se están completando, además hay dos o tres represas grandes en el norte de Lavalleja que corren riesgo de no completarse para la siembra, y otras más pequeñas de productores que tienen chances de llegar al 90% del área, comentó.
Con ese panorama, Bottaro calculó que “es difícil visualizar un crecimiento del área de siembra de arroz, salvo que entre setiembre y octubre aumenten las lluvias”. Con la incertidumbre respecto al clima en los próximos meses la perspectiva es que el área sembrada arrocera en 2020 sea similar a la del año pasado, admitió.
“El productor tiene intención de aprovechar la coyuntura” favorable del negocio arrocero, debido a la mayor demanda del grano en algunos mercados de exportación, pero “hasta ahora no ha visto señales concretas de una mejora”, dijo. Y planteó que “el precio provisorio habrá que mejorarlo hacia arriba”.
Reconoció que el sector arrocero hoy tiene“un mercado brasileño pujante y un incremento del consumo de arroz, por efecto de la pandemia” del Covid-19.
Basado en informaciones de gremiales arroceras de Rio Grande do Sul, Bottaro contó que “toda la movida que se generó en torno del arancel externo común casi que fue un teléfono descompuesto, porque nunca estuvo en la intención del gobierno brasileño de modificar ese arancel que para el arroz extra región es de 12%”. Brasil debería contar con la autorización de los demás países del Mercosur en caso de definir una decisión de ese tipo, recordó.