sábado 27 de abril, 2024
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Historia de Playas y Balnearios en Salto: “Servicios de Bañaderas a las playas salteñas”

Colaboración de Cary de los Santos
Quizás uno de los transportes más llamativos y novedosos de la época, fueron las llamadas “Bañaderas”, ómnibus que no poseían techo y en su lugar usaban simplemente una lona y los pasajeros disfrutaban del aire natural, cálido de la primavera y verano. En diciembre de 1945 “Don Aparicio Portos”, proponía al Concejo Departamental, establecer líneas de ómnibus tipo “Bañaderas” y obtener “Concesión”. Sin embargo, tres años después, existía un “Servicio de Bañaderas” que hacía el trayecto desde la “Ciudad de Salto hasta las Cascadas de Salto Grande y viceversa”, pero el mismo fue retirado por las autoridades por ser deficiente y atender la línea con una sola bañadera, en su lugar, los concejales encomendaron los servicios de transporte a la “Empresa de Ómnibus del Sr. Ramón E. Anllelini”.
SERVICIO ESPECIAL DE VERANO
Previo al inicio de la Temporada de Verano de 1948-1949, el Administrador de la Empresa de las Bañaderas – “Don Jorge Pignataro”, manifiesta: no encontrarse en condiciones de cumplir con el servicio, según el contrato establecido, motivando a las autoridades a realizar un contrato con el “Sr. Alejandro Anllelini” para cubrir el “Servicio de Transporte” con tres coches de su propiedad. Sin embargo, el 7 de diciembre de 1948 el “Intendente de Salto – Don Juan H. Paiva” dirigiéndose al “Director de Tránsito – Don Alberto Vigo Maeso”, le hace saber de su decisión respecto de brindarle la oportunidad a la “Empresa de las Bañaderas” : “…Hago saber que el suscrito ha resuelto autorizar al señor Jorge A. Pignataro, actual Administrador Judicial de la empresa de bañaderas, a realizar un servicio especial de verano, desde la intersección de las calles 25 de Agosto y Uruguay hasta el Balneario Municipal con un solo coche, por hallarse el otro imposibilitado de realizar el transporte colectivo…” Dicha autorización estaría sujeta al cumplimiento del recorrido establecido para los coches del Sr. Anllelini.
SERVICIO DE BAÑADERAS AL BALNEARIO MUNICIPAL
A finales de 1949 el Sr. Rogelio Echeverriborda, solicitaba a las autoridades superiores del municipio salteño, se le concediera la autorización para establecer un “Servicio de Transporte de Pasajeros” con destino a las playas salteñas, con una “Bañadera” de su propiedad. El Intendente – “Juan H. Paiva” y el Subsecretario “Américo Salvo”, para conceder la autorización tuvieron en cuenta que la propuesta del Sr. Echeverriborda cumpliera con el mismo propósito de la Intendencia Salteña, como en años anteriores, de establecer un servicio de locomoción al “Balneario Municipal”, proporcionando al público que allí concurriera “las seguridades de un servicio cómodo y regular”. El recorrido que hacía la bañadera, era el siguiente: partía desde calle Sarandí casi esquina Uruguay, luego tomaba por las calles Gral. Artigas, Treinta y Tres y Uruguay hasta la Plaza Treinta y Tres, donde se estacionaba como máximo 3 minutos, luego continuaba por la Avda. Julio Delgado, 19 de Abril y Avda. Costanera. Sin embargo, el municipio salteño había designado algunos puntos para que la bañadera levantara pasajes: Punto de salida o partida, calle Treinta y Tres, Gral. Artigas y Plaza Treinta y Tres. El regreso de la bañadera, era por las siguientes calles: Avenida Costanera, 19 de Abril, Julio Delgado, Juan Carlos Gómez, Gral. Artigas, Treinta y Tres, Uruguay hasta Sarandí.
EL HORARIO DEL SERVICIO DE LA BAÑADERA, ERA EL SIGUIENTE:
1 – A la mañana: partía a las 10: 30 horas y regresaba a las 12:00 horas al punto de partida. 2 – A la tarde: partía desde las 16:30 horas en adelante, con un intervalo de treinta minutos, hasta la hora una. El costo del boleto era de siete centésimos ($ 0.07). Quien brindaba el servicio debía cumplir con ciertos requisitos para evitar incurrir en sanción, que eran controlados por los “Inspectores Municipales”. La bañadera no podía partir hacia el balneario Municipal si tenía menos de 5 pasajeros y tampoco debía permitir que los pasajeros viajaran parados en el coche.
SERVICIO DE BAÑADERAS A “LAS CAVAS Y SALTO CHICO”
En diciembre de 1955 el Concejo de Administración Departamental autorizaba al empresario “Don Orlando Invernizzi” a realizar un “Servicio de Transporte de Pasajeros” a playa “Las Cavas” y playa del “Salto Chico”, teniendo un costo de $ 015 el pasaje hasta “Las Cavas” y de $ 0,20 hasta “Salto Chico”. Dicho servicio cubrió en forma diaria la temporada de playas, siendo su horario el siguiente: de 17 a 24 horas los días festivos y de las 18 horas en adelante durante los días hábiles.
DISOLUCIÓN Y DESTINO DE LAS BAÑADERAS
A principios de los años 60 el “Don Rogelio Echeverriborda” disolvió la sociedad con “Forti”, quedándose con la “bañadera grande” de marca “Volvo”, de 6 cilindros y con una capacidad de 41 pasajeros sentados y alrededor de 20 personas de pie. La “bañadera chica” quedó en manos de su ex-socio, quien se la vendería luego al “Don Orlando Invernizzi”, quien la utilizaría para realizar viajes con destino al “Hipódromo”, en los días de carreras hípicas. Pero el Sr. Echeverriborda, al quedar con la bañadera la guardó hasta que unas señoras le preguntaron: ¿No la vende? inmediatamente el empresario contestó ¡No se vende!. Sin embargo, las señoras le solicitaron por qué no realizaba viajes hasta las Playas “Las Cavas”, ya que en esa época, hacía tiempo que no había servicio hasta ese destino, pero la bañadera pasaría unos años más abandonada.
RESTAURACIÓN DE LA BAÑADERA Y VIAJES AL BALNEARIO
La bañadera estuvo mucho tiempo guardada en calle Brasil, donde estaba la fábrica y distribuidora del clásico producto de limpieza “Portalina”. El chofer de la bañadera “Don Jorge Caram”, sobre el mencionado vehículo nos relata sobre el abandono y su restauración: “…La bañadera, más que guardada se encontraba tirada entre los yuyos, hasta que Don Orlando Invernizzi la compra para restaurarla y ponerla en circulación. Entonces Don Antonio Caram – Encargado de la – Empresa de Transporte de Orlando Invernizzi – , es quien tiene la responsabilidad de ir a buscar la bañadera y remolcar con un ómnibus hasta el taller donde se realizaría su acondicionamiento. Luego de realizar las reparaciones y afinado del motor, se decidió pintarla con el fondo beige y franjas marrón que eran los colores que identificaban a la empresa”. Alrededor de 1963 comienza la bañadera hacer los viajes hasta el “Balneario Municipal”, siendo su conductor “Don Hugo Sagardía”, quien era acompañado por un guarda (Don Pedro Gallo o Don Herasilde García). Según los recuerdos de Don Hugo Sagardía, el itinerario de la bañadera era el siguiente: “Salía de la Plaza Nueva (como le llamaban, o 18 de Julio), doblando por la Avda. Viera hasta 19 de Abril, siguiendo por esta hasta la zona portuaria donde tomaba por la Costanera Norte hasta el Balneario Las Cavas. Si el día no estaba feo y había buen sol, el horario no se modificaba, saliendo la bañadera de la plaza a las 17:30 horas, el último viaje se realizaba a las 22 horas”.