martes 7 de mayo, 2024
  • 8 am

El riego de Salto Grande

Leonardo Vinci
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Leonardo Vinci

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Por Leonardo Vinci
Hace 40 años, la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande y el Banco Interamericano de desarrollo, elaboraron el «Programa de desarrollo regional» mediante un convenio de asistencia técnica.
En este estudio- teniendo en cuenta que el protocolo de 1946 estableció como uno de los cometidos de Salto Grande el riego- los consultores elaboraron análisis primarios, que resultarán muy valiosos para entender la importancia del tema.
Inicialmente se pudo estimar que el área de suelos aptos dentro del área de influencia se encontraba en el orden de las 100.000 hectáreas entre ambas márgenes y los recursos hidrológicos resultaban suficientes para el riego desde el Lago, ya que el sistema hidrográfico local del Río Uruguay, tenía un caudal adecuado.
Los consultores daban cuenta que «el conocimiento que se tiene de los recursos subterráneos es muy escaso y no sería prudente iniciar un régimen de explotación sistemática sin conocer más a fondo su potencial y posible régimen operativo.»
Nos interesa destacar de esos primeros estudios, que los consultores consideraron «razonable determinar un programa de riego limitado en una primera etapa a incrementar la actual superficie de riego, llevándola como máximo a 20.000 ha. en cada margen. Como consecuencia de las inversiones previstas en una primera fase de 4 años, se incrementaría el riego actual y como consecuencia de los estudios a realizar durante estos primeros cuatro años, se produciría un nuevo incremento del orden de las 8.000 ha.,
De acuerdo a estudios preliminares efectuados por el Ingeniero Claudio Viera, el riego de 40.000 ha. con aguas tomadas del embalse, no afectarían la producción de energía. El Consultor consideró que dichos estudios se basaron en supuestos suficientemente conservadores permitiendo que sus conclusiones puedan ser aceptadas como elementos de base para establecer un programa de riego.»
Los enormes ahorros de combustible y energía eléctrica obtenidos por el riego de Salto Grande, le darán a la zona un empuje nunca antes visto por la hortifruticultura.
La baja de los costos de producción hará que que la región sea mucho más competitiva, trayendo progreso y bienestar.
Es imprescindible actualizar y profundizar los estudios referentes al riego utilizando las aguas del embalse.
Hoy por hoy, es un cometido irrenunciable que tiene Salto Grande, y también una deuda con la región.
Salto debe animarse a ganar el porvenir.