martes 7 de mayo, 2024
  • 8 am

Avivados vs distraídos

César Suárez
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César Suárez

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Por el Dr. César Suárez
Analizando la realidad que muestra la historia y la experiencia personal de cada uno se puede llegar a la conclusión que nada es bueno y que nada es malo sino por el contrario todo depende de la intención que cada uno le ponga y toda herramienta disponible puede ser muy útil para construir como para destruir, para apoyar o para engañar. La informática ha adquirido un desarrollo superlativo y ha generado herramientas extraordinarias a beneficio de la humanidad pero sin embargo, por su uso infame, todos los días nos enteramos a través de comentarios de amigos o conocidos o través de noticias emitidas por medios de comunicación las diferentes artimañas informáticas utilizadas por gente antisocial para engañar y estafar al primer distraído con el que se encuentren con triquiñuelas renovadas donde el ingenio nunca duerme, en este caso, para mal. Recuerdo cuando joven que común de obtener dinero ajeno era el arte del punguista que, con estrategias sutiles, robaba a personas distraídas que transitaban entre multitudes, en ómnibus atestados de gente o en actos multitudinario que sin ejercer violencia vaciaban las carteras de las damas o los bolsillos de los caballeros. Pero la realidad va cambiando y en las épocas actuales con un impresionante desarrollo informático, ya el dinero casi no viaja ni en los bolsillos de los caballeros ni en las carteras de las damas, se queda en las cajas de ahorro de cada quien y se va debitando con el plástico de la tarjeta de débito o de crédito lo que ha obligado a los “punguistas” a ir cambiando de modalidad adaptándose a la nueva tecnología, clonando tarjetas y arreglándoselas para obtener las claves y estafar al distraído. Todas las semanas recibo correos electrónicos anunciándome que mi cuenta de un determinado banco o casa de crédito será suspendida y que es necesario hacer una gestión electrónica para recuperarla y lo más increíble es que en la mayoría de los casos, la supuesta cuenta que me cerrarán, corresponde a un banco o una casa de crédito con la que yo no opero, obviamente que nunca abro esos correos pero seguramente los delincuentes tiran una “red” al barrer para ver si algún despistado cae en la trampa y revela datos que le permita a los estafadores, vaciar las cuentas cuando pueden acceder. La estrategia de los estafadores se renueva cada día desde torpes maniobras de intentar vender a través de aplicaciones de internet con ofertas atractivas artículos que una vez realizada la transferencia nunca entregarán, pero son estafas de corto vuelo porque el estafador es fácil de ubicar por la policía, hasta sofisticadas maniobras informáticas a las que no hay forma de seguirle el rastro. Todas estas maniobras transitan obviamente, al margen de la ley, pero hay otras “estafas” amparadas por la ley cuando se ofrecen alegremente prestamos fáciles de obtener, pero después, a la hora de pagar, la cifra se multiplica, ni que hablar si el deudor se atrasa en el pago y le aplican intereses de mora que suelen ser confiscatorios si el deudor tiene algún bien conque responder. Para la mayoría de los uruguayos, obtener un sustento decoroso suele ser una carga pesada por lo tanto mucha gente se ve tentada a recurrir a estas herramientas financieras y si antes no les alcanzaba, ahora menos porque tiene que extraer desde sus magros ingresos para pagar esas cuotas interminables a causa de ese préstamo que se terminó esfumando mucho antes de pagar la primera cuota. Entonces no queda otra alternativa que estar atentos a la jugada porque nunca se sabe por dónde atacarán de nuevo los amigos de lo ajeno, que no nos agarren distraídos.