viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

Puntos de vista

César Suárez
Por

César Suárez

202 opiniones
Por el Dr. César Suárez
Para el cerebro humano resulta imposible abarcar la totalidad de la información que genera cualquier situación, cualquier imagen, cualquier acontecimiento, siempre tendremos una visión parcial del conjunto de acuerdo a nuestra percepción lo que nos lleva a tener una apreciación subjetiva y parcializada de acuerdo a nuestro punto de vista lo que hace que ante cualquier evento existan infinitas versiones de acuerdo a los elementos que cada uno maneje teñida por la formación cultural que cada uno tenga, o peor que eso, inclinada por un interés personal o corporativo.
 Sin duda que todos somos diferentes, con diferentes capacidades y la mayoría solemos toparnos a menudo con un árbol que no nos deja percibir el bosque, enfrascados en nuestro subjetivismo y en ocasiones nuestra necedad circunstancial nos pone orejeras y no nos deja percibir el conjunto.
Son pocos los que tienen la capacidad de percibir la universalidad de los acontecimientos, cerebros privilegiados que han ido dejando huella en la historia por la claridad de su pensamiento, por su capacidad de percibir el conjunto, pero igualmente insuficiente para resolver los misterios de la existencia humana.
Si bien los seres humanos nos consideramos a nosotros mismos inteligentes, cuando leemos ciertos comentarios en las redes sociales, nos hacen dudar de esa creencia.
La realidad es que sí somos inteligentes, pero sólo en términos comparativos en relación a las demás especies que habitan sobre la tierra, pero uno se imagina que debiera haber en alguna parte del universo una inteligencia superior a la nuestra que pueda percibir desde las alturas una síntesis del conjunto de todo el conocimiento.
Históricamente, la humanidad ha reconocido la limitada capacidad de interpretar el universo y ha pensado en la existencia de un ser superior, que lo ubica en el cielo, muy por encima de cualquier ser humano y al que ha denominado Dios, una suerte de inteligencia infinita que abarca todo, que no tiene dudas y que domina el universo desde la inmensidad absoluta, se trata de un reconocimiento de que la capacidad de la inteligencia humana en muy limitada y que está imposibilitada de resolver los misterios que nos angustian.
No saber, ignorar, es una limitante que nos ha acompañado a través de toda la historia conocida, pero hay algo peor y más peligroso para toda la humanidad, creer que se tiene la verdad y carecer de la capacidad de reconocer esta limitación, que habitualmente se ve representada en la soberbia de los que creen que todo lo saben y quieren imponer sus criterios a como dé lugar por encima de toda racionalidad, haciendo uso de la predominancia circunstancial para imponer dogmas sin tener la capacidad de considerar el intercambio de otras verdades que son parte imprescindibles de la verdad universal.
Cada verdad se muestras según el ángulo del cual se mire y habitualmente tiene infinitos perfiles y cuando se ejerce la verticalidad esa verdad se muestra desde un único ángulo quedando oculta las otras caras de esa misma realidad, es cuando se pierde la oportunidad de avanzar y darse sentido a nuestra relativa inteligencia.
Reconocer nuestras limitaciones, saber escuchar, procesar pacientemente toda la información que nos llega, considerar fríamente la opinión de quienes no rodean, aceptar que hay otras maneras de entender cada realidad nos ahorraría muchos disgustos, tomarse el tiempo mínimo suficiente para procesar lo que se ve, lo que se escucha, lo que se percibe, separar pacientemente la paja del trigo es la manera de quedarse con lo mejor y poder interactuar de la forma más eficiente posible en favor de nosotros mismos y en favor de todos los que nos rodean.