viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

La genética y la epigenética

César Suárez
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César Suárez

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Por el Dr. César Suárez
La historia personal de cada individuo transita por vericuetos previamente inimaginables y los acontecimientos que vendrán en el futuro de cada uno pueden ser realmente inimaginables porque la vida se inmiscuye en sitios imprevistos en forma cotidiana generando acontecimientos que luego serán parte de nuestra historia individual, y al mirar atrás, nuestra memoria nos mostrará cada vez que la evocamos, todo o parte de lo que hemos sido y los acontecimiento ya transitados que jamás antes podríamos habernos imaginado antes de sucedidos.
A mí me encantaría viajar si no fuera que tengo que ir hasta ahí, y peor que eso, después tener que volver y transitar largas horas de tedioso regreso, pero a pesar de todo, las circunstancias me han hecho andar decenas o quizás cientos de miles de kilómetros, sobre todo en búsqueda de conocimientos y actualización de mi profesión que vive cambiando aceleradamente de la mano de la tecnología y el desarrollo científico.
En una oportunidad, hace cuarenta años, estando cursando mi especialidad de dermatología, haciendo un enorme esfuerzo económico para las circunstancias, viajé a Europa con un colega y amigo, en procura de adquirir conocimientos vinculados a la corrección estética de alteraciones de la piel, época que por aquí poco se conocía y aprovechando una invitación a un congreso internacional de medicina estética, tuvimos oportunidad de visitar numerosas clínicas instaladas en varios países de Europa para recoger novedades acerca de técnicas que allí se practicaban.
Estando en Europa, era poco menos que imposible abstraerse de visitar iglesias y museos que contienen la más rica historia de parte de la humanidad.
En algunas iglesias se conservan ataúdes de famosos personajes fallecidos hace siglos y a mi amigo y colega le llamó la atención su dimensión reducida de cada féretro donde yacían personajes de enorme dimensión histórica. Llamaba la atención que resultaran ser tan bajos de estatura y a mi amigo que siempre le impusieron el mote de petiso, de repente, comparando su altura con la de personajes históricos, le creció de repente su autoestima pensando que, si hubiera vivido en esa época, sería poco menos que gigante.
Si uno analiza el promedio de altura de la población contemporánea es notoriamente mayor que siglos e incluso, décadas atrás y los hijos suelen ser más altos cada vez que sus padres, pero ¿qué cambió?
A pesar de que cada uno tiene un mapa genético individual e intransferible, siempre resulta de la combinación de la carga genética de sus progenitores heredando una mezcla aleatoria de ambos con signos claros de uno y otro.
Una vez establecida el mapa genético, la secuencia de ADN ya no se modifica, sin embargo, los factores ambientales pueden incidir decisivamente en el grado de expresión de cada gen donde influyen la alimentación, tanto en su disponibilidad, calidad y elección dietética, el tipo de actividad, los factores climáticos, los factores culturales, haciendo que dos gemelos univitelinos que comparten la disposición de su mapa genéticos, sin son separados y crecen en ámbitos y condiciones diferentes, se desarrollarán diferencias de acuerdo al estímulo de cada expresión genética tenga, sin modificar su mapa genética, a esto se le denomina, cambios epigenéticos ya que cada uno desarrolla en forma diferente la expresión de sus genes y la epigenética, al igual que la genética, se hereda a la descendencia lo que va explicando por qué las diferentes generaciones de una misma familia va desarrollando cambios, tales como los cambios en la altura de la gente de ahora con la de hace siglos o décadas.
Es tal como sucede con quien concurre a un gimnasio en forma cotidiana desarrollará se volumen muscular en forma notable y quien se dedica a estudiar e investigar tendrá un desarrollo intelectual diferencial y estos cambios epigenéticos se suelen luego trasmitir a la descendencia.
Así sucede con un fisicoculturista que desarrolla su sistema muscular diferente a un hermano mellizo que no hace ejercicios, pero ambos sistemas musculares mantienen la misma composición genética.
No quise desilusionar a mi amigo, pero se hace que, si hubiese nacido en aquella época, seguramente hubiese sido mucho más petiso que ahora porque seguramente, su altura actual ha sido favorecida por los cambios epigenéticos, acumulados en las innumerables generaciones que lo antecedieron.