viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

¡Qué carácter!

Gisela Caram
Por

Gisela Caram

73 opiniones

Hay personas que se llevan bárbaro con el mundo exterior, y dentro de sus relaciones familiares son rígidos e intransigentes. Otros que se cuidan más en su entorno laboral y en su familia son difíciles, otros que están peleados con el mundo.
Hay una frase que estas personalidades de difícil carácter suelen expresar y es “soy así…si no te gusta…”.
Siempre tienen razón, tienen la última palabra y no admiten equivocarse o que le muestren un error.
Hay que diferenciar entre los rasgos de carácter y las perturbaciones del carácter.
Los rasgos son características que hacen a la personalidad, por ejemplo la simpatía, la amabilidad, la timidez, etc.
En cambio las perturbaciones del carácter se ponen de manifiesto como emociones negativas en el relacionamiento con los otros, el enojo, la impotencia, la pedantería, la soberbia, la irritabilidad, etc.
A lo que se suma un “no darse cuenta” o “no darle importancia” al malestar que provoca en el otro.
Cuando estos rasgos patológicos del carácter no son manejados, porque son personas impulsivas y tienden a actuar sus emociones, nos encontramos con una afectación importante en todos sus vínculos, familiares, laborales, amistosos, y en algún lado, se prende la luz roja.
¿Por qué se desarrolla este tipo de carácter?
Muchas causas, generalmente desde la temprana infancia:
* Por falta de un apego seguro con la figura más relevante que estuvo en la crianza de los primeros años, generando inseguridad afectiva, adultos cuidadores desapegados, desorganizando la mente infantil con expresiones de amor-odio, lo que provoca inestabilidad emocional.
* Por inseguridades nunca resueltas, por mecanismos de defensa donde la persona se va acorazando y encerrando en sí misma.
Quienes comparten su vida con personalidades con este tipo de carácter, sufren mucho la dificultad de éstos, de escuchar y comprender los sentimientos y pensamientos del otro.
Las personas con perturbaciones del carácter no pueden conectarse con el estado del otro, ni darse cuenta el sufrimiento que provocan.
Hacen y dicen cosas que lastiman.
Nunca reparan, porque no asumen que actúan perjudicando a otro. Lo único que tienen que preservar con este tipo de personalidad, es su propia persona con todos los mecanismos de defensa que tenga a disposición, no importa si lastima al otro.
Describir esto es lo más fácil, lo difícil es modificarlo.
En el transcurso de estos tratamientos se requiere mucha paciencia, que es lo que no tienen estas personalidades. El establecer un vínculo seguro en su espacio terapéutico es fundamental para ir abriendo la puerta de “ponerse a pensar” cómo siente el otro con determinadas actitudes.
¿Qué provoca esa sensación de rechazo de otros? ¿Qué hace que los demás le devuelvan ese vacío, o se alejen?
El objetivo es poder “darse cuenta”, suavizar, socializar, empatizar con los otros.
Muchas veces estas personas con perturbaciones del carácter llegan al fondo del sufrimiento cuando sus parejas se abren del vínculo.
El dolor de la separación abre una importante herida en el alma. Muchas veces evoca inconscientes situaciones de abandono, de pérdida de afecto.
A nadie le resulta fácil dejar ir una historia de amor que se fue gastando en el tiempo por tener un “carácter fuerte” como se dice comúnmente.
Claro que quien toma la decisión, siempre está más listo…y esto, no significa que no duela.
Hay quienes pueden separarse más fácilmente que otros.
A veces uno quiere mucho, y el otro se deja querer. Y el estar fijo en esos lugares, donde no hay reciprocidad, cansa. Dependiendo de los rasgos y caracteres de personalidad.
No necesariamente las parejas se separan por terceros. A veces el tercero es el pretexto para salirse de una relación donde hay desamor o destrato o descuido.
No tolerar “el carácter” del otro, no poder convivir con una persona que se enoja por todo, se irrita por todo, enferma.
Comparto el fragmento de una canción que ilustra el sentimiento de quien está al lado de este tipo de carácter:
“Solo trata de entender, te di todo lo que pude
Porque tienes lo mejor de mi
Límite, siento que voy a perder la cabeza
Y tu solo sigues presionando mi amor
Más allá de la frontera”
“Borderline”, Madonna.
*Especialista en Psicoanálisis Vincular